El Casino de Santander despide a tres empleados aunque los pliegos obligan a subrogar a la plantilla

La tranquilidad de que los pliegos obligasen a dar continuidad a todos los trabajadores se frustró el 17 de diciembre para Eva Rodríguez, Beatriz Chamorro e Iván Calva. Los tres eran croupieres del Casino; ellas llevaban en torno a 25 años ejerciendo (están entre las empleadas más veteranas) y él algo más de siete años. «Sin explicación, nos llamaron al despacho uno a uno (menos a Rodríguez, que en ese momento estaba en el hospital con su pareja) y nos dijeron que estábamos despedidos por cuestiones económicas», narran los afectados.

Las cuentas del Casino han sido hasta ahora públicas porque el Ayuntamiento y el Gobierno regional formaban parte de la sociedad y al cierre de 2023 arrojaron más de 300.000 euros de beneficios, razón por la que a estos tres ex trabajadores no les cuadran esos motivos económicos. Sin embargo, como aseguran desde Comar, las cuentas propiamente del juego –sin incluir hostelería ni eventos– sí dan cifras negativas. «Las cuentas, auditadas y legalizadas en el Registro Mercantil, recogen unas pérdidas antes de impuestos en el ejercicio 2023 de 147.474 euros. Lamentablemente, a octubre de 2024 las pérdidas antes de impuestos estimadas son de 308.403 euros». Los ingresos, afirman desde la empresa, llevan años a la baja, una tendencia que tratarán de revertir en esta nueva etapa, ya que la licitación que acaban de ganar se prolongará ocho años.

En manos de un abogado

Lo que más choca a las tres personas despedidas es que, «si el juego registra tan malas cifras, ¿por qué Comar se ha presentado a la licitación para gestionar el Casino ocho años más?». Ya han acudido a un abogado con el objetivo de que sus despidos se declaren nulos y poder volver a sus puestos de trabajo. «Además, han contratado a cinco personas este año», apuntan los afectados, punto que Comar reconoce y da su explicación: «El verano, que suele ser el periodo en que se generan los mayores ingresos del Casino, ha sido adverso (un 31% menos respecto al 2023). Esto es lo que ha determinado que, haciendo un balance realista, hayamos tenido que ajustar la plantilla para poder afrontar la estabilidad futura del Casino y del resto de los puestos de trabajo. Se ha contratado personal en otras áreas que nada tienen que ver con los croupieres».