«Este centro va más allá de la enseñanza, ha vislumbrado pasiones y vocaciones»

En cuanto dieron las siete en punto de la tarde, la banda municipal de música inició el acto. Lo hizo, como no podía ser de otra forma, con el himno del Santa Clara, que dio paso a los efusivos aplausos de los asistentes. En las gradas había alumnos -antiguos y actuales-, profesores y autoridades políticas como el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez, y la consejera de Educación, Marina Lombó. Para garantizar las distancias, un tercio de las butacas tenían un cartel que rezaba 'No ocupar este asiento'. Así, cada asistente tenía espacios libres a cada lado para cumplir con la norma. Además, antes de entrar, se tomó la temperatura a todos los asistentes.

Por el Santa Clara han pasado personalidades como Gerardo Diego, José María Pereda, Marcelino Menéndez Pelayo, Amós de Escalante, Matilde Camus o Gregorio Marañón. Una prueba más de la excelencia del centro. Sobre el escenario del Paraninfo, Igual fue la primera en tomar la palabra y, tras ella, se sentaron todos los concejales del ayuntamiento para presenciar el acto. «El instituto Santa Clara es parte de Santander y Santander es parte del Santa Clara», comenzó la regidora, quien expuso un resumen de la historia del centro antes de hacer entrega de la medalla a Corada. Con el aplauso de los asistentes de fondo, ambos posaron juntos con el reconocimiento. «Hoy es un día importante para la ciudad, porque el Santa Clara forma ya parte de esa larga lista de instituciones distinguidas con esta preciada medalla, símbolo de la admiración y el agradecimiento de los santanderinos a su enorme legado, a nuestro patrimonio, nuestra cultura y nuestra propia identidad», afirmó la alcaldesa antes de ceder la palabra a Corada, quien también quiso recordar algunos hitos de la historia del centro. «En 1837, un grupo de hombres se plantearon crear este centro de formación para suplir la desaparición de los religiosos que hasta entonces se encargaban de esa labor. Seguro que no eran conscientes de lo que llegaría a ser el Santa Clara», narró el director del centro. El instituto fue «todo lo imaginable» sin dejar nunca de lado la formación de los jóvenes. «Es un honor representar a todos los hombres y mujeres que han pasado por el Santa Clara y se sienten orgullosos de haberlo hecho. Esperamos seguir siendo merecedores de este honor».

Una presentación audiovisual con imágenes del centro siguió al discurso de Corada, quien posteriormente leyó las palabras que había reflejado en el libro de honor. «Este reconocimiento es un honor y una responsabilidad. Honor por representar a todos aquellos que han formado parte del Santa Clara y responsabilidad por perpetuar su legado». Para despedir el acto, la banda de música interpretó los himnos de Cantabria y de España.