El centro comercial Peñacastillo se someterá a una reforma de 10 millones en su 25 aniversario

Las intervenciones previstas para este centro comercial, que se realizan por fases para no afectar a la actividad, modificarán la configuración actual de la planta baja para destinar casi 600 metros cuadrados extra a siete nuevos negocios de hostelería. Por lo demás, se destinarán 1.500 metros cuadrados a la zona de ocio y otros 1.500 a actividades comerciales. La previsión de Carmila es crear 140 nuevos puestos de trabajo a lo largo de estas labores de remodelación: 40 serán puestos para los negocios de estas instalaciones y el resto se encargarán de realizar la reforma integral.

El arranque de las obras en la planta baja, aún sin fecha, se está retrasando más de lo esperado. El grupo Carmila anunció en marzo del año pasado su intención de reformar las instalaciones y el director nacional de Operaciones de la empresa, Alberto Rodríguez, expuso entonces que las obras de los cines se realizarían inmediatamente y, una vez finalizadas, empezarían las del resto del inmueble. La primera fase cumplió con los plazos previstos y las nuevas salas de proyección se estrenaron en septiembre, pero la remodelación de la planta baja sigue sin fecha siete meses después, aunque sí se han iniciado algunas intervenciones como la adecuación de un espacio de ocio infantil.

La redistribución del edificio cambiará y se separará el área comercial (con el hipermercado y tiendas dedicadas a ámbitos como el textil y la perfumería) de la zona de restauración y de ocio, que ganará espacio. Esta última estará ubicada donde ya a día de hoy están los restaurantes, pero el área se expandirá y se liberará espacio a costa de los locales más cercanos a los establecimientos hosteleros actuales. Además, entre los nuevos espacios de ocio, se construirá un rocódromo y un 'jump park', que es un parque con colchonetas.

Esta remodelación también se centrará en la parte estética para dar un aire más moderno a las instalaciones, con más luz natural y materiales como madera, metal y vegetación. Los espacios serán más diáfanos para garantizar la comodidad y la accesibilidad. También habrá nuevos espacios dedicados al descanso.

Ampliar

Las salas de cine de este centro comercial, que pasaron de ser doce a siete, las explota la exhibidora Yelmo desde 2022. Las obras sacrificaron salas para ganar «espacio, comodidad y tecnología», con el objetivo de que la experiencia fuera más 'premium' para los clientes. Además, su intención es ofrecer, además de estrenos de cine, espectáculos de ópera, conciertos, encuentros con 'youtubers' e 'influencers' y eventos deportivos.

El antecesor del centro comercial Peñacastillo, Pryca, fue el primer espacio de este tipo que se inauguró en Santander, hace ya 42 años. Cambió la forma de consumir de los santanderinos: del comercio tradicional, con una tienda diferente para cada tipo de producto, a un espacio que aglutinaba todo los artículos –desde carnicería, a frutería o a productos de limpieza– y, además, sumaba locales de ocio y hostelería en las mismas instalaciones. La distribución era muy similar a la actual, aunque los negocios han ido modificándose con el paso de los años. También ha cambiado la afluencia: de convertirse en el plan preferido de las familias durante los fines de semana en las décadas de los 80 y 90, al cierre de muchos de sus locales en la actualidad. Esta situación, que se arrastra desde hace varios años, tratará de revertirse con las obras que arrancarán en los próximos meses.

Pryca -y después el centro comercial Peñacastillo- tuvo que enfrentarse cada vez a más competencia, a medida que se fueron abriendo centros comerciales como El Corte Inglés (hace 25 años), Valle Real (hace 30 años, en el municipio vecino de Camargo) o El Alisal (hace 20 años). En la actualidad, también afectan a este tipo de establecimientos las ventas online, por las que muchos clientes optan por comprar por internet en vez de físicamente. La intención del centro comercial Peñacastillo de dar más peso a la hostelería y al ocio servirá también para paliar la bajada de ventas del comercio físico con otro tipo de negocios.