Cesine convierte dos palacetes de Menéndez Pelayo en residencia de estudiantes y hotel

Los chalés, denominados también a principios del siglo pasado hoteles de familia, recibieron en origen los nombres de Villa Ángeles (Menéndez Pelayo, número 44) y Chalé José (Menéndez Pelayo, 42). El primer edificio es propiedad de Cesine desde hace 25 años (fue la primera sede del centro universitario) y el segundo fue adquirido el año pasado.

El primero abrió como residencia de estudiantes el septiembre pasado (después de las obras de transformación a que fue sometido) y el segundo ha sido adquirido antes de Navidad a la familia Mazón (de la autoescuela del mismo nombre). Cuando acabe la reforma de este segundo inmueble, en estado semiruinoso y que será transformado en moderna residencia, como el primero, la inversión de Cesine se habrá acercado a 2,5 millones de euros. Eso sin contar la compra del primer chalé hace 25 años, un edificio que acogía en aquel momento el colegio Sagrada Familia.Cesine tuvo su sede en él durante ocho años y desde el año 2000 está en las modernas instalaciones de la calle de SimónCabarga, cerca de la boca norte del túnel Puertochico-Los Castros. Durante los últimos años, hasta que Cesine emprendió la reforma del chalé para convertirlo en su residencia universitaria, Villa Ángeles acogió el colegio infantilChiquitín.

La conversión del centenario chalé en residencia universitaria ha sido obra del equipo de arquitectos de Javier Guzmán y la reforma ha corrido a cargo de la empresa constructora Cobo Calderón, los mismos que realizarán la transformación del Chalé José en el segundo edificio residencia de estudiantes.

No son estos los únicos alojamientos para estudiantes de Cesine pues, cerca del edificio de la calle de Simón Cabarga, posee seis pisos con capacidad para alojar durante el curso escolar a 18 estudiantes en total.

La oferta en los dos chalés de Menéndez Pelayo cuando esté acabada la reforma del segundo será de 50 plazas en habitaciones dobles y estándar. Como explica el presidente de Cesine, Fermín Gutiérrez Cruz, «sabíamos que este proyecto iba a ser un éxito, porque muchos padres prefieren que los alumnos de primer curso que llegan por primera vez a Santander se alojen en una residencia de calidad, en la que estén arropados por el centro en el que estudian. Y eso es lo que ofrecemos a los alumnos y las familias, estar bajo el paraguas de la institución académica y supervisados, mientras los alumnos se hacen con la ciudad y la conocen».

La residencia universitaria de Cesine recibe el nombre de 'El balcón de la bahía' y, en verano, será alojamiento turístico, entre mediados de junio y mediados de setiembre, disponible exclusivamente para adultos y niños mayores de doce años, un tipo de acomodo por el que optan algunos clientes, sin la presencia de niños. Los extranjeros son los mayores demandantes de habitaciones en hoteles sin niños. En todas las esquinas de la residencia-hotel está presente Santander, con fotografías de la ciudad en cada puerta de las habitaciones, en los rellanos de las escaleras y en la recepción.

Cesine tiene más de 100 profesores y 1.200 alumnos de Grado, Postgrado y formación on-line. De ellos, el 54% es de fuera de Cantabria y de éstos, el 23% procede de otros países.Aquí reside la apuesta del centro universitario para proporcionarles un alojamiento al menos durante el primer año de estancia, hasta que se sitúen en el medio en que se mueven. Los alumnos extranjeros proceden de 30 países, entre ellos de Estados Unidos yCanadá. También los hay de Asia y centro y norte de Europa.