«Una chiquillada» y dos puntos de sutura, balance del incidente en el IES González Linares

«No hay por qué circunscribirlo a esto, pero hay más casos parecidos que se han dado, sobre todo, en ciudades grandes. Es como una especie de moda», explican fuentes que investigan el caso. Como el asunto es sensible de encontrar réplicas en otros centros, tanto la Policía Nacional como la dirección del centro y Educación eludieron ayer entrar en detalles de lo sucedido. La Consejería insistió en que debe encuadrarse como un «incidente», pero no «como una reyerta o pelea» e hizo un llamamiento a la prudencia. Esta cautela tiene mucho que ver con lo sucedido recientemente en el instituto Leonardo Torres Quevedo, en Cazoña, donde el caso de agresión a un alumno con discapacidad terminó por convertirse en noticia nacional.

En un audio remitido a los medios de comunicación, el consejero de Educación, Sergio Silva, señaló que los datos que tienen del servicio de Inspección y del propio IES Augusto González Linares indican que se trataría de «un incidente tipo fortuito» y «no una agresión, una reyerta o algo similar». «Esto es lo que voy a dejar claro, teniendo en cuenta que, de alguna manera, debemos llamar a la prudencia para encuadrar las cosas tal y como han ocurrido», aseveró. Se trata de un «incidente» que tuvo lugar en el recreo, en el patio del instituto, en donde «en un momento dado ha sido necesario dar la información a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» que «están trabajando coordinadamente con el centro y con Inspección».

Desde la dirección del centro educativo apuntan también, como la Consejería, a un «incidente fortuito» entre dos alumnos que se puso «desde el primer momento» en conocimiento de Educación y de la Policía. A continuación, la dirección hizo «lo que nos toca: tranquilizar a las familias» y «hablar» con los alumnos.