Cierra Gelín, el 'Rey de las Rabas'
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El propietario del popular bar de la calle Vargas, local que funciona desde hace 66 años, bajará la persiana el día 3 de marzo del próximo añoSecciones
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El propietario del popular bar de la calle Vargas, local que funciona desde hace 66 años, bajará la persiana el día 3 de marzo del próximo añoEl próximo 3 de marzo la hostelería de Santander perderá uno de sus locales más tradicionales. El famoso bar Gelín, el 'Rey de las Rabas' cierra sus puertas definitivamente. Al frente del local está Ángel Lanza, Gelín, que ha alcanzado los 67 años de edad ... tras el mostrador atendiendo a sus clientes. «Cerramos el 3 de marzo, porque mi hermana, mi mujer y mi cuñado se jubilan. Y yo con ellos. El bar cierra sus puertas». En Cantabria el rey de los aperitivos y el picoteo son las rabas. De peludín, calamar, magano, pulpo... Es fácil encontrar buenas rabas en Santander, pero uno de los bares más populares para degustar un buen plato de doradas tiras de peludín, en este caso, bien enharinadas y fritas en su punto, siempre crujientes, es el 'Gelín', en la calle Vargas.
'El Rey de las Rabas', nombre popular del bar Gelín, lleva desde 1952 sirviendo este aperitivo que gusta a niños y mayores y que es para los visitantes, plato inevitable en su mesa. Ángel Lanza a quien algunos llaman 'El Pulpo' (toda su vida ha discurrido entre cefalópodos) lleva detrás de la barra 35 años. Su padre, también Gelín, lo estuvo antes.
Para Lanza, el secreto de su bar es «la constancia, la lucha», estar todo el día al servicio del cliente. Le resulta difícil calcular cuántos kilos a la semana de rabas se pueden consumir en el bar, pero son cientos. En la cocina, la responsable es la hermana de Ángel, María del Carmen. Y, como dicen los clientes, un gran acompañamiento para las rabas del 'Gelín' es su vermú de solera, bien fresco, seco o con un golpe de sifón, «servido en un vaso de los de siempre, nada de copas balón u otras moderneces», dice Gelín.
El 'Rey de las Rabas' es un clásico de la calle Vargas. Cuando desaparezca, en marzo próximo, «la calle perderá mucho», explican los vecinos y habituales de esta zona de bares y restaurantes. Gelín está nervioso estos días por la noticia de que cierra. «Lo haremos, sí, pero el 3 de marzo. Hasta entonces aquí seguiremos atendiendo a nuestros clientes. Queda por delante toda la Navidad y, ¡caballero!, no le cuento más. Habrá tiempo para contar nuestra historia», acaba. Historia que está unida a las hostelería tradicional del Santander más castizo, en un bar clásico por el que han pasado varias generaciones de santanderinos y turistas.
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