Ciriaco Herrera: «He dedicado todo mi tiempo a la floristería»

La empresa que ha adquirido el negocio «llega con muchas ganas de continuar y seguir los mismos pasos», destaca Ciriaco, que ha estado asesorándoles los tres últimos meses.

Ciriaco se enamoró de las flores completamente por casualidad, ya que era electricista. Pero al terminar la mili le ofrecieron un trabajo como repartidor en la conocida Floristería Rebolledo. Entonces, «a raíz de ese primer trabajo me encandiló el sector». Desde su puesto de repartidor, Ciriaco empezó a mostrar mucho interés por conocer más sobre flores, plantas y jardinería. «Me preparé mucho, estudié decoración e hice muchos cursos de florista y jardinería. Le dediqué todo mi tiempo», recuerda. Y así fue como de repartidor fue ascendiendo hasta convertirse en encargado de tienda en Rebolledo.

En aquel momento de su trayectoria, Ciriaco decidió lanzarse al mercado por su cuenta y abrir su propia floristería en una céntrica calle de Santander, donde ha estado siempre ubicada, alzándose como un referente del sector. Desde esta tienda que lleva su nombre se ha desarrollado toda la actividad, más amplia que la venta de flores, pues engloba eventos, bodas, ramos, proyectos de jardinería...

«Cuando tomé la decisión de emprender no sentí vértigo, porque era joven y tenía mucha ilusión, ganas y energía, que es lo que me llevó a poder realizar este sueño», recuerda. «Desde mi punto de vista, la constancia, el trabajo y rodearte de un buen equipo de profesionales cualificados han sido las bases para sacar adelante un negocio como este», comparte.

Al echar la vista atrás se siente «lleno de agradecimiento» a su familia, «por su apoyo siempre y por haber entendido mi falta de tiempo para ellos, ya que cuando estás al frente de un negocio hay que meter muchas horas».

Por otro lado, también agradece a su equipo de trabajo «porque además de gente profesional y cualificada, han estado siempre unidos y esto ha generado muy buen ambiente, que es muy importante».

A finales de 1990, cuando Ciriaco Decoración Floral se implantó en la ciudad, no había tanta variedad de plantas como hay ahora. Este es uno de los principales cambios «a mejor» que ha registrado el sector, según explica el propio empresario: «El negocio de este producto perecedero ha cambiado mucho. La mayoría de las flores vienen de Holanda, donde hay mucha abundancia y calidad, aunque también provienen del mercado español».

Otra diferencia es que «el cliente de hoy entiende mucho de plantas y, por lo tanto, se ha vuelto más exigente, lo cual es bueno para cualquier gremio porque te hace mejorar», puntualiza este florista tan querido en Santander.