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Sábado, 25 de diciembre 2021, 13:38
Fundada en el año 2002 por el cirujano Juan Ramón Sanz, la Clínica Sanz & Ayala (con el número de registro sanitario 06/2006/00228) cuenta con dos centros especializados, en Santander y Valladolid, donde aplican las técnicas más avanzadas de conocimiento y preparación para tratar cada caso de manera eficaz y satisfactoria, cualquiera que sea su dificultad en cirugía plástica y reparadora, cirugía estética, cirugía mamaria, cirugía de la muñeca, microcirugía, cirugía de mano y nervios periféricos.
Integrada por los doctores Juan Ramón Sanz e Higinio Ayala, ambos profesionales colaboran juntos con absoluta dedicación, excelencia en la práctica y alta cualificación. Sus trayectorias profesionales y la experiencia en el ámbito sanitario público y privado avalan la excelencia de los resultados en tratamientos como blefaroplastia, liposucción, rinoplastia o cirugía mamaria entre otros.
Juan Ramón Sanz (colegiado 39/3605313), actual jefe de Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HMUV), es doctor por la Universidad de Salamanca y profesor asociado de cirugía plástica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria. Dirige la Unidad de Cirugía y Medicina Estética de la Clínica Sanz & Ayala, especializada en cirugía plástica, estética y reconstructiva que codirige junto a Higinio Ayala (colegiado 39/3310458), especialista en cirugía plástica y reparadora, cirugía de mano y microcirugía reconstructiva, beca en cirugía de la mano y microcirugía en CM Kleinert Institute (EEUU). Facultativo del área de Cirugía Plástica y Reparadora de la Clínica Sanz & Ayala, es miembro de la Unidad Multidisciplinar de Cirugía de la Mano y Muñeca del HUMV y también profesor colaborador de Cirugía Plástica en la Facultad de Medicina de la UC.
El pecho es, sin duda, una de las zonas del cuerpo de la mujer que más cambios experimenta a lo largo de la vida. Los procesos hormonales, los partos, pospartos, la lactancia materna y otras circunstancias como la menopausia, provocan que la posición, volumen y turgencia de las mamas femeninas fluctúen permanentemente. Sobre todo entre los 30 y los 50 años, coincidiendo con los máximos picos de madurez y fertilidad de la mujer.
Estos cambios, inherentes a los pechos femeninos, son cada vez más cuestionados por las propias mujeres. Que no dudan en acudir a la cirugía estética para solventar los efectos del paso del tiempo y otras circunstancias biológicas sobre sus senos.
Según datos de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía, Reparadora y Estética), cada año se realizan en nuestro país más 60.000 operaciones de aumento de pecho. Una cirugía cuya demanda no deja de crecer y que permite, de manera relativamente sencilla, rediseñar los senos femeninos para añadirles más talla, elevarlos y, de paso, devolverles toda su juventud y lozanía.
Asimismo, la cirugía mamaria también permite corregir las habituales asimetrías (congénitas o adquiridas) de los pechos. Proyectar y dar volumen a las mamas cuyo aspecto es infantil o más pequeño de lo normal. Y, en numerosos casos, reducir con éxito las mamas excesivamente grandes y pesadas.
La mamoplastia de aumento, bien mediante prótesis, bien mediante grasa propia (o autóloga) permite aumentar o restaurar el tamaño del pecho aportándole mayor volumen, proyección y turgencia.
Está especialmente indicada cuando las mamas no «rellenan» la ropa interior, o cuando el pecho se ha tornado más pequeño y flácido a raíz, por ejemplo, de los embarazos, partos, pospartos o la lactancia materna. Asimismo, es la cirugía de referencia en todos aquellos casos en los que la mujer percibe sus senos como «pequeños» o no acordes con el resto de su anatomía.
Actualmente, la mamoplastia de aumento se realiza mediante abordaje periareolar, transaxilar o inframamaria, por debajo del seno y justo encima del pliegue mamario. En circunstancias normales, los resultados de la cirugía de aumento de pecho son duraderos, aunque conviene tener en cuenta que los implantes mamarios, con el paso del tiempo, pueden necesitar ser reemplazados.
El levantamiento de pecho, más conocido como mastopexia, es una intervención que permite corregir las mamas caídas y/o desiguales. Asimismo, también subsana los problemas estéticos del pecho cuyos pezones «miran hacia abajo» y donde además suelen presentarse areolas estiradas que han perdido su forma a resultas de la gravedad, el paso del tiempo y otras circunstancias biológicas.
Durante la mastopexia, el cirujano estético remodela el pecho y reubica la areola y el pezón según las características anatómicas de cada mujer. Asimismo, durante esta intervención es frecuente practicar al mismo tiempo una mamoplastia de aumento para así poder «rellenar» y proyectar el nuevo pecho. Aunque esta cirugía ofrece menos posibilidades de esconder las cicatrices tras la intervención, estas se aclaran y difuminan con el tiempo, obteniéndose unos resultados estéticos excelentes que, además, repercuten en una mayor seguridad y autoestima de la mujer.
El objetivo de la reducción mamaria es, básicamente, devolver al pecho un tamaño y posición acorde con la anatomía de la mujer. Muy especialmente, en todos aquellos casos en los que el volumen de las mamas interfiere en las actividades de la vida diaria provocando dolores de espalda, cuello u hombros.
Gracias a la reducción de pecho el cirujano elimina el exceso de tejido mamario (grasa y piel), y desplaza el pezón y la areola a una posición más elevada. Durante la intervención, el diámetro de las areolas se reduce y el tejido que estaba anteriormente ubicado sobre el pezón se baja y se junta para, así, poder remodelar los nuevos senos.
Clínica Sanz y Ayala | Santander
https://www.plasticadrsanz.com/ | 942 037 404
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