«La clave del Parque 2020 es el total respeto a la extraordinaria ubicación»

El diseño del Parque 2020 consiste en tres caminos no alineados, sino curvos, que se entrecruzan entre sí, con árboles plantados a derecha y a izquierda, para pasear bajo la sombra en verano. Cada camino tendrá dos especies autóctonas propias que se irán alternando. El resto del lugar se deja como pradera silvestre.

La ubicación del parque es junto a la zona de eucaliptos y pinares, dejando un margen de separación con respecto a la línea de costa. «La clave del proyecto es el total respeto a la extraordinaria ubicación del parque. Se trata de un lugar en el que, aunque no se hiciera nada, ya tiene una belleza increíble. De ahí, la responsabilidad de este trabajo y por eso se ha mantenido un margen de distancia respecto a la línea de costa, donde no se va a intervenir», explica el paisajista Luis González-Camino, al frente del proyecto.

La vista desde Cabo Mayor, el corte del acantilado, las praderas verdes en contraste con el azul del mar pasarán a enmarcar de manera permanente un hito de nuestra historia reciente: la pandemia mundial y el recuerdo a los que fallecieron en Santander a consecuencia de ella. «El Ayuntamiento ha elegido una de las mejores ubicaciones de la ciudad, si no la mejor, para hacer este homenaje a las víctimas, en lugar de un sitio apartado», apunta el experto.

La belleza del paraje salta a la vista, pero la actuación que se va a realizar requiere de otros elementos, además de lo estético: «El paisajismo no consiste solo en la parte estética; se trata de generar espacios bien comunicados entre sí, con armonía y que sirvan para la finalidad con la que se han propuesto. En el caso de este parque, el proyecto planteado quedará integrado al resto de la campa y la pradera no se interpondrá, sino que será una continuación», señala González-Camino.

Cada familiar podrá elegir entre una selección de árboles que se adaptarán a la zona con mayor posibilidad de prosperar que otros, debido «al clima duro, de viento y salitre», detalla el paisajista. La selección está integrada por arces, abedules, robles y alisas, fresnos y tilo. El diseño de la placa frente a cada ejemplar es lo más discreta y duradera posible, en tamaño A3 de piedra labrada con los datos personales del fallecido y una frase que los familiares decidan. Todas las especies serán de hoja caduca para que en invierno no dominen los de hoja perenne. Los ejemplares se plantarán de tamaño mediano, calibre 16, de tres metros de altura.

El estudio Camino Paisajistas, responsable del proyecto, tiene una dilatada trayectoria, en la que destaca la colaboración desde hace veinte años con las bodegas de Marqués de Riscal, en su sede en Elciego (Álava). Es su proyecto más longevo, comenzado en 2001 y que continúa a día de hoy con reformas, diseño urbano y rehabilitación.