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El coche entró por la puerta, a toda velocidad y sin titubeos, como si se tratase de un alunizaje. Reventó uno de los accesos principales al edificio de la Seguridad Social en la calle Isabel II, en pleno centro de Santander. Tan estrambótica fue la ... escena que nadie allí alcanzó a explicar cómo pudo suceder, ni siquiera la propia autora de los hechos, una conductora con iniciales M.G.O., de 74 años, que al ser interrogada por la Policía Local solamente contestó: «No sé qué he hecho, qué ha podido pasar, pero me he visto dentro». La protagonista dio posteriormente negativo en las pruebas de consumo de alcohol y drogas.
Suerte que no arrolló a nadie en su camino, porque el coche accedió al edificio sin saltar ningún bordillo, directo desde la rampa del paso de peatones que conecta la calle con Calvo Sotelo, justo frente al Ayuntamiento de la capital y a una hora, la una del mediodía, que es de máxima concurrencia de personas por la acera. «Si llega a haber gente esperando se los hubiera llevado por delante», confirman fuentes policiales sobre un lugar que normalmente está abarrotado de caminantes.
La mujer tuvo que ser excarcelada del vehículo, pero resultó ilesa gracias a que se activaron los airbags. La Policía Local acordonó cien metros cuadrados alrededor del vehículo para que los curiosos no pudieran acceder, pues el lugar se convirtió pronto en un hervidero de personas que desenfundaron sus teléfonos móviles para tomar la instantánea que a los pocos minutos se había viralizado en internet.
Los sanitarios del 061 acudieron al lugar y comprobaron que la conductora se encontraba en buen estado. Entonces, la Policía procedió a tomarle declaración; pero no logró una frase convincente sobre lo ocurrido. Ni ella misma tenía explicación a la rocambolesca conducción que terminó en semejante escena. Luego de todo ello, trasladaron a la mujer al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para realizarle las pruebas que indica el protocolo en estos casos y que permiten comprobar que efectivamente no tenía lesiones internas.
Agentes de la Policía Local apuntan a un posible despiste en la conducción como causa de lo sucedido y lo primero que descartaron fue una hipotética consulta al teléfono móvil, pues la mujer lo tenía guardado en el bolso.
Una vez la conductora fue trasladada al hospital, la grúa municipal se ocupó de retirar su vehículo, que resultó siniestro total, mientras en el interior del edificio de la Seguridad Social los equipos de limpieza se afanaron en recoger los restos de cristales y de chapa que se desperdigaron por toda la entrada.
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