
La Cocina Económica advierte de la feminización de la pobreza en Cantabria
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El 12% de los usuarios del comedor social son mujeres. La organización atendió el año pasado a 2.724 personas, un 9,3% más que en 2017Secciones
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El 12% de los usuarios del comedor social son mujeres. La organización atendió el año pasado a 2.724 personas, un 9,3% más que en 2017Los responsables de la Cocina Económica de Santander alertaron ayer de una «feminización de la pobreza» en Cantabria tras comprobar la cada vez mayor ... presencia de mujeres en su servicio de comedor. Según los datos del último año, el 12% de los usuarios de este servicio son mujeres (103), una «cifra muy significativa si tenemos en cuenta que en 2006 sólo utilizaban este servicios dos o tres mujeres».
Las actividades de la Cocina Económica buscan que quienes entran en sus instalaciones como personas vulnerables puedan salir como personas integradas. Ese es el objetivo de los proyectos y servicios que ofrece este centro, que en 2018 atendió a 1.360 hombres y 1.364 mujeres, unas cifras que confirman lo que su directora ya había notado, que hay un mayor número de mujeres «en situación de calle o de exclusión social». Aunque cree, al igual que el nuevo director de la entidad, que su mayor presencia se debe también a que se ha normalizado que acudan a servicios como el comedor, le preocupa el aumento del número de mujeres en situación de exclusión, sobre todo latinoamericanas, que necesitan trabajar y no pueden. «Hay una feminización de la pobreza en Cantabria», resumió.
2.724 es la cifra de personas atendidas en los diferentes servicios de la organización en 2018, un 9,3% más que en 2017.
859 personas que utilizaron el comedor, con una media diaria de 170 comidas en dos turnos, 100 cenas y 70 desayunos.
103 Mujeres acuden al comedor social, lo que representa el 12%. En 2006 solo acudían tres mujeres.
28 personas fueron atendidas en el Centro de Día para personas con enfermedad mental en exclusión. El centro inició su actividad hace seis meses.
Esta es una de las principales conclusiones extraídas de la Memoria Anual de la Cocina Económica de Santander, centro social gestionado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que atendió en 2018 a un total de 2.724 personas, lo que supone un 9,3% más que el año pasado. La Memoria fue presentada ayer por la directora del centro, Sor Clara Gallego, acompañada del nuevo director técnico, Jesús Castanedo, y Evelina Cantera, que deja Santander tras 13 años para continuar su trayectoria como directora del centro de Oviedo.
Evelina Cantera | Directora técnico saliente
«Casi la mitad de los usuarios son españoles», explicó Evelina Cantera, y, de ellos, «el 28% de Santander, que se encuentran en una situación de pobreza cronificada, es decir, que sin los recursos de la organización no podrían salir adelante». El resto, un total de 1.435 personas atendidas, son inmigrantes y proceden de 70 países diferentes, siendo hispanoamericanos casi la mitad. Entre los inmigrantes europeos destaca el grupo de rumanos y en el caso del continente africano casi la mitad eran de Marruecos.
La memoria anual recoge que se ha reducido ligeramente el número de personas que acuden al comedor social. La cifra de usuarios es de 859 y la media de comidas que se sirven a diario es de 170, en dos turnos; las cenas han pasado de 70 a superar las 100 personas y los desayunos varían entre 50 y 70.
Jesús Castanedo | Director técnico
El nuevo director, Jesús Castanedo, destacó de la labor de su antecesora en el cargo, «su preocupación por introducir la perspectiva de género en lo social, abriendo camino». Castanedo también habló de los objetivos de la nueva etapa, que «seguirán las líneas de trabajo iniciadas y comenzarán otras nuevas. Lo principal es que ningún cántabro deje de comer, que no haya nadie viviendo en la calle y que los niños estén bien alimentados porque un menor mal alimentado es un fracaso escolar que va a la exclusión social».
Castanedo destacó las cifras del economato, que indican que «las 888 familias a las que se atendió en 2018 suman 2.065 personas usuarias y 485 son menores de 12 años».
Del servicio de alojamiento, que incluye la residencia y pisos de acogida, se beneficiaron 115 personas; los servicios de higiene (duchas, peluquería y lavandería) fueron utilizados por 312 personas; y se realizaron acompañamientos médicos y supervisión de tratamientos a 52.
La novedad más destacada de 2018 fue la inauguración del Centro de Día Emaus para personas con enfermedad mental en situación de exclusión social, que atendió a 28 usuarios en su medio año de funcionamiento. Con respecto a los talleres ocupacionales, 63 recibieron formación de empleo en los talleres ocupacionales y 372 acudieron al servicio de orientación para el empleo, que consiguió que 62 mujeres y seis hombres accediesen a un puesto de trabajo. La cifra de ofertas laborales es «muy baja», según la organización. Por último la institución sumó 22 nuevos voluntarios.
Álvaro Lavín | Concejal de Familia
Los ingresos volvieron a ser - un año más-, inferiores a los gastos, que representaron 1,4 millones de euros frente algo más de 1 millón de ingresos. El déficit se cubrió con fondos propios y donativos excepcionales. La aportación más elevada fue la del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, 30.000 euros. El Ayuntamiento aportará este año 25.000 euros.
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