La Cocina Económica y el Banco de Alimentos han recibido más de 40.000 kilos de productos de Cantabria

Está valorado en unos 17.000 euros y está integrado por alimentos comprados a productores de diferentes puntos de la comunidad autónoma que suman un total de 12.000 kilogramos entre carne, productos cárnicos, conservas de pescado, productos lácteos, mieles y salsas de tomate.

Con este cuarto lote ya son 41.000 los kilos de productos de Cantabria que se han entregado a estas entidades sociales sin ánimo de lucro procedentes de 50 productores procedentes de diferentes comarcas de la región desde que se puso en marcha la campaña, que suma un importe hasta ahora de unos 66.000 euros entre los cuatro lotes.

Se trata de una iniciativa de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA), en colaboración con el resto de las consejerías y las cooperativas agrarias, con cargo a una partida de 200.000 euros aportada por el Gobierno cántabro.

En un acto celebrado en las instalaciones de la Cocina Económica de Santander, Revilla ha destacado que Cantabria «está respondiendo muy bien» a las necesidades de las personas más vulnerables desde que comenzó la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus gracias a la extraordinaria labor que desempeñan las entidades sociales sin ánimo de lucro y el sector agroalimentario de la región, en especial, las cooperativas agrarias y los productores cántabros.

De las primeras, ha puesto el ejemplo de la Cocina Económica y el Banco de Alimentos de Cantabria, que con el «inmenso» trabajo de sus voluntarios consiguen garantizar que en la región nadie tenga necesidades alimentarias. «Afortunadamente en Cantabria no hay situaciones de colas inmensas de personas con necesidades alimentarias como en otros lugares, pero las que hay cuentan con la labor inmensa de los voluntarios que se vuelcan por que no les falte de nada», ha explicado Revilla.

También ha tenido palabras de elogio para el sector agroalimentario de la región, en concreto, para los cientos de productores cántabros que están colaborando con el Gobierno de Cantabria para dar salida a los alimentos de «extraordinaria» calidad que no han podido venderse durante la vigencia del estado de alarma.

En la misma línea, ha reconocido la labor de las tres cooperativas agrarias de Cantabria que participan en esta iniciativa solidaria con la que el Gobierno de Cantabria pretende contribuir a ayudar a quienes más lo necesitan con productos cántabros de «extraordinaria calidad», al tiempo que impulsar el sector primario mediante la venta a unos precios «razonables» de productos perecederos que, como consecuencia de la crisis, no encuentran salida en el mercado.

Finalmente, ha asegurado que el Ejecutivo va a mantener esta iniciativa hasta que la adversa situación económica que ha generado el covid en Cantabria, y en especial, con las personas más vulnerables, «vaya remitiendo».

El acto también ha contado con la asistencia de la alcaldesa de Santander, Gema Igual; la directora y el director técnico de la Cocina Económica, Sor Clara y Jesús Castanedo, respectivamente; el presidente del Banco de Alimentos de Cantabria, Francisco del Pozo, y representantes de las tres cooperativas agrarias de Cantabria: AgroCantabria, Comillas Ruiseñada y Valles Unidos del Asón.

La alcaldesa de Santander ha agradecido al Gobierno de Cantabria por poner en marcha una iniciativa que permite los productores cántabros generar actividad económica y contribuir a la solidaridad con las personas vulnerables.

También ha puesto en valor la labor de la Cocina Económica y el Banco de Alimentos, dos entidades sociales sin ánimo de lucro que han redoblado sus esfuerzos para ayudar a las personas más necesitadas, «reaccionando a tiempo y de manera inmediata para que a nadie le falte alimentos».

Finalmente, la directora de la Cocina Económica, Sor Clara, ha agradecido la labor que está realizando tanto el Gobierno de Cantabria como el sector agroalimentario durante la presente crisis con las personas más necesitadas. «Es el lado positivo que está dejando esta pandemia», ha dicho.

Para la Cocina Económica «ha sido básico» porque, tal y como ha explicado, el incremento de usuarios está siendo notable, pero gracias a la solidaridad de todos «siempre podemos dar respuesta para hacer frente a las necesidades que nos plantean».

Según los datos ofrecido por Sor Clara, la Cocina Económica ha repartido en sus instalaciones de Santander más de 16.000 alimentos y más de un millar de familias han pasado por el economato de la entidad. A todo ello hay que sumar el servicio de higiene diario que ofrecen a sus usuarios, cada vez mayores en número.

Precisamente, el incremento de usuarios es lo que ha llevado a la responsable de la Cocina Económica a destacar la labor fundamental que realizan los voluntarios, los cuales se han visto obligados a reducir en número debido a las limitaciones de distanciamiento social.

En este sentido, el presidente se ha comprometido a autorizar lo antes posible en Cantabria la reincorporación de los voluntarios a las entidades sin ánimo de lucro en aquellos espacios en los que se puedan mantener las distancias de prevención e higiene sanitarias.