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Los vecinos de Peñacastillo continúan la lucha para evitar la apertura de un salón de juego en la calle Hermanos Calderón. Uno de ellos, Eduardo Morlanes, ha presentado una solicitud en el registro de la Delegación del Gobierno, con el fin de que se ... revisen las distancias permitidas entre salones de juego; y entre estos y los centros educativos. Lo ha hecho, a título personal, dado que es así como está establecido el trámite, pero cuenta con el respaldo de 19 asociaciones vecinales y de padres y madres de centros educativos de todo Santander y especialmente de la zona afectada. De hecho, muchos de ellos acompañaron este mañana a Morlanes a presentar la solicitud, junto con carteles y pancartas reivindicativas.
«¿No son suficientes?» rezaba uno de estos carteles sobre una imagen de un plano de Santander en el que aparecían ubicados los 27 locales de juego que hay ahora distribuidos por la ciudad. El nuevo que hay proyectado en Peñacastillo sería el número 28. Según la Ley de Juego, aprobada por el Gobierno de Cantabria hace dos años, en aquellos ayuntamientos en los que exista más de un local de juego por cada 4.000 habitantes se estaría produciendo una concentración excesiva, con la excepción de los municipios de más de 150.000 habitantes -es el caso de Santander-, en los que la ratio es de un local por cada 7.000 habitantes.
Teniendo en cuenta estos datos y que la capital cántabra cerró 2023 según el INE con 174.066 personas censadas, dice José Manuel Torre, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado de Cantabria (FAPA) que, desde que se abrió el salón de juegos número 25, «ya se podría haber modificado, o sea que hace tiempo que este problema se podía haber solucionado y no estaríamos ahora reclamando que este local no se abra».
Dice la norma que la distancia mínima entre un establecimiento de juego y un centro educativo o una unidad de salud mental debe de ser de 500 metros. En el caso de Peñacastillo, José Manuel Torre explica que «hay tres colegios con más de 1.000 alumnos y tres institutos con más de 3.000», además de una unidad de salud mental en el Centro de Salud, guarderías, parques y centros deportivos. «Estamos hablando de una zona en la que viven muchas familias obreras y mucha gente joven», concluye el presidente de FAPA.
Torre añade que «en su día pedimos que las distancias mínimas fueran de mil metros, hubo organizaciones que pidieron 750. Con cualquiera de esas dos distancias no estaríamos aquí ahora porque ese local no se abriera».
Los escritos han sido elevados, por un lado, al Gobierno de Cantabria y, por el otro, a la alcaldesa de Santander porque la ley especifica que «el Consejo de Gobierno, oído el Ayuntamiento correspondiente, podrá realizar una revisión extraordinaria de las distancias con objeto de evitar la concentración excesiva de establecimientos de juego». Para abordar este tema el Centro Cívico de Nueva Montaña acogerá una asamblea informativa el lunes, 8 de julio, a las 19.00 horas.
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