
El Colegio Haypo de Santander sopla 65 velas en familia
Aulas ·
El centro fundado por Elisa Porrero y Enrique Haya celebra estos días su aniversario. Su hija Rocío ha tomado el testigo: «Es muy importante hacer equipo»Secciones
Servicios
Destacamos
Aulas ·
El centro fundado por Elisa Porrero y Enrique Haya celebra estos días su aniversario. Su hija Rocío ha tomado el testigo: «Es muy importante hacer equipo»En el pabellón deportivo del Colegio Haypo hay montado un ensayo sensacional. Ordenados por etapas, los cerca de 300 alumnos que estudian en este centro ... concertado de Santander ondean sus pañuelos rojos y corean el estribillo de 'Santander, la marinera'. Cantan con todas sus fuerzas y sacuden sus pañuelitos con el mismo vigor. «En el tendal ropa blancaaa, y un jilguero en el balcóóón», entonan los chicos y chicas del Haypo. Quieren hacerlo bien porque van a acompañar a los coros a Chema Puente en el acto central del 65º aniversario del colegio. Hay que esmerarse, así que ensayan sin parar.
Sentada en una silla de colegio, Elisa Porrero observa el ensayo. Sonríe, muchos profesores se acercan a saludarla, ella también los reconoce y les saluda o les pide que se acerquen. Muchos de ellos fueron en el pasado alumnos de «doña Elisa», la fundadora del colegio –junto con Enrique Haya, su marido–, su directora durante muchos años y también una profesora emblemática de Lengua Española y de Francés. Cuentan sus alumnos que salían tan preparados en la lengua de Flaubert que podían 'vivir de las rentas' en los institutos a los que iban a cursar BUP y COU. Hoy, el francés sigue siendo un idioma con arraigo en el Haypo y prueba de ello son los cartelitos que informan del emplazamiento de la 'bibliothèque' o del 'pavillon'.
Elisa Porrero Soto
Fundadora del Colegio Haypo
Rocío Haya Porrero
Directora del Colegio Haypo
Elisa Porrero disfruta del ensayo. Su vida profesional y buena parte de la familiar han transcurrido en este centro de estructura, cuanto menos, singular: casitas y edificios de poca altura, espacios verdes y zonas de juego atravesados por un camino largo y pindio. Desde lo alto, se ve toda la bahía de Santander.
En este emplazamiento recaló la familia Haya-Porrero en 1972, después de haber iniciado su proyecto educativo en unos edificios ubicados en la zona de Santa Teresa de Jesús, al comienzo de la cuesta, y de haber montado una academia en la cuesta de las Cadenas. Elisa Porrero, gaditana llegada a Santander a los siete años, cumplía así un sueño de la infancia.
En Santander, evoca Porrero, empezó dando clases por su cuenta y, animada por un inspector educativo y apoyándose en su esposo, también docente, se decidió a poner en marcha el Haypo. El nombre del colegio ha dado mucho de sí. Quien todavía no haya atado cabos o aún piense en un extranjerismo, anda desencaminado. Incluso un señor obispo mostró, hace ya muchos años, sus deseos de conocer al «matrimonio griego» que dirigía el centro. «Me hizo mucha gracia», rememora con una sonrisa. Porque Haypo no es más (ni menos) que la unión de las primeras sílabas de los apellidos de sus fundadores: Haya y Porrero.
Ya tenían local, ya tenían nombre y entonces Porrero pensó que lo mejor era aplicar en las aulas los principios del padre Manjón, un sacerdote español del siglo XIX, «el mejor pedagogo que conozco, el número uno». ¿Por qué? Porque su docencia se basa «en los intereses del ser humano. ¿Y cuál es el interés de un niño hasta los 7 u 8 años? El juego. Así que se el planteamiento es 'vamos a jugar a leer, vamos a jugar a escribir'. Es una perspectiva humanista. Hay que relacionar al niño con los libros y las libretas, pero también con el mundo: el niño y la niña tienen que ver, tienen que vivir», resume Porrero. A su lado, sus hijas Magdalena y Rocío siguen con sus explicaciones, completan las anécdotas que comparte su madre, aportan un dato nuevo. Ellas han vivido el colegio desde dentro, como hijas de maestros, como alumnas y, en el caso de Rocío, como directora del colegio. Tienen otros dos hermanos, Elisa y Enrique, que, profesionalmente, también siguieron la senda educativa, así que puede decirse que la docencia es para los Haya-Porrero una cuestión familiar.
«He sido muy feliz, la educación me ha gustado mucho. Pero también me he llevado mis disgustos con el alumno o la alumna que quieres sacar adelante y no puedes. Para mí, el comienzo del curso era una alegría, y el final era un disgusto porque siempre había algún suspenso, y yo sufría mucho por eso», cuenta Porrero cuando el pabellón se ha quedado casi en silencio. De vez en cuando, ella buscaba ese sosiego. «A mí me gustaba subir el domingo, cuando no había nadie. Me paseaba por aquí, me sentaba, pensaba».
Su hija Rocío Haya tomó el testigo en 2003. Ya conocía los entresijos del centro, donde llevaba cerca de 20 años trabajando. ¿Y qué consejo recibió de sus padres? «Que lo hiciera lo mejor posible y que tratara con paciencia y cariño a los niños..., y a los profesores. Es muy importante hacer equipo», dice Rocío. También profesora de Lengua española y de Francés en Secundaria –además de Música–, Haya se propuso continuar con el proyecto de sus padres, apostando por la innovación tecnológica, la educación emocional y los idiomas. También se abrieron aulas del primer ciclo de Infantil, así que ahora forman a escolares de uno a 16 años.
«Lo que hoy nos guía es el humanismo. Queremos potenciar las cualidades individuales de cada alumno», explica Haya. Su madre le escucha con atención. Hace ademán de completar la frase.
Hoy, 22 de abril, el Colegio Haypo celebrará el acto central de las celebraciones por su 65º aniversario. El equipo docente ha diseñado varias actividades. Para empezar, el alumnado cantará 'Santander, la marinera' con Chema Puente, autor del tema. «Este es un colegio volcado hacia el mar y esta canción nos define», indica Rocío Haya, la directora. demás, el colegio ha previsto un desayuno cántabro «patrocinado por el AMPA» a base de sobaos y chocolate en el parque de Jado; y un cuentacuentos con el alumnado de protagonista. Elisa Porrero dirá también unas palabras y su hija desliza que, después, habrá «sorpresa» para ella. El resto de la semana se van a organizar diferentes actividades musicales y deportivas, como un partido de fútbol entre alumnos y profesores.
📲 Sigue el canal de El Diario Montañés en WhatsApp para no perderte las noticias más destacadas del día.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.