Los comerciantes de la calle San Francisco, «preocupados» por otros tres meses de obras

La coyuntura comercial en Santander atraviesa un momento complicado. En el tramo en cuestión hay un total de 23 locales, de los cuales ocho están cerrados al público, con carteles de 'se alquila' y con escaparates llenos de polvo, suciedad y grafitis.

«El comercio está agonizando y las obras lo empeoran», opina Jesús García, dueño de la tienda 'Las cosas de San Francisco'. «La imagen de los locales cerrados no la levanta un lavado de cara del pavimento. Se necesita la reapertura de bajos comerciales... Aunque no tengo la receta para dinamizar la calle, quizás se consiga bajando los precios de los alquileres», añade.

Las vallas metálicas que señalan el perímetro por donde se empezará a abrir el suelo ya están levantadas. Ellas marcan la ruta del lugar en el que se procederá a renovar el sistema de saneamiento y abastecimiento. Al ser preguntados por El Diario Montañés sobre cómo encaran el inicio del proyecto, los comerciantes reflejan en sus miradas preocupación y desánimo. «Repercutirá mucho en las ventas porque el tránsito será complicado. La campaña de Navidad ha sido floja y ahora las ventas caerán en picado», han comentado desde otro comercio que prefiere no salir mencionado.

Los trabajos se alargarán durante tres meses y consistirán en el movimiento de tierras, la renovación de la red de saneamiento, colocación de sumideros, canalizaciones de alumbrado y energía eléctrica, ejecución del firme y la pavimentación con losas de granito de varias formas y colores, lo que otorgará una nueva estética y más luminosidad a este importante eje comercial que dispone de poca luz natural. Las nuevas baldosas se han elegido en dos tonos que forman una llamativa greca.

El resultado se puede apreciar ya en el tramo inaugurado justo para la campaña navideña, entre la Porticada y la calle Puente. Pero a los comerciantes instalados en este segundo tramo, la renovación en marcha no les motiva. «Me da la sensación de que no es un suelo sufrido y, además, no han colocado bancos ni se ha conseguido una buena iluminación, por lo que no veo que merezca la pena tanta obra», ha reflexionado otra dependienta.

En la perfumería Güemes también afrontan la obra en estado de alerta: «Claro que nos harán daño estos meses. Esperemos que los clientes fieles sigan viniendo. No obstante, lo que necesitamos es que tapen los escaparates sucios y con pintadas de los locales que han quedado vacíos. Están que dan pena», comentan.

Las obras de renovación de la calle San Francisco fueron adjudicadas a Senor por importe de 1.040.945 euros, con un plazo de ocho meses para ejecutarlas. El inicio tuvo lugar en septiembre y luego se paró el proyecto para no perjudicar la campaña navideña de ventas. El proyecto se divide en tres fases y ninguna de ellas se prolongará más de tres meses.