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Fue en 2021 cuando Aena, la empresa pública estatal encargada de gestionar las infraestructuras aeroportuarias, anunció que el aparcamiento público del aeropuerto Seve Ballesteros, con 697 plazas, se había quedado pequeño. Por eso, trasladó su intención de poner en marcha un proyecto para crecer ... hasta las 1.047 plazas de estacionamiento para viajeros. Un proyecto que implicaba reordenar los espacios actuales y que contaba con una gran novedad: la construcción de un nuevo aparcamiento para vehículos de alquiler en una finca anexa al Seve. Un proyecto que, cumpliendo con los plazos previstos, ya está más cerca de convertirse en realidad. Y es que a principios de noviembre comenzaron los trabajos para levantar este parking, que cuenta con un plazo de ejecución de 14 meses y una inversión de 2,8 millones de euros.
El que haya acudido en las últimas semanas al aeropuerto, habrá observado un movimiento de tierras en la parcela que se encuentra junto al Seve. Se trata de una parcela de prado triangular, hasta ahora sin uso, ubicada frente a la rotonda de entrada a Parayas y al cementerio municipal del Alto Maliaño. Una vez concluida esta intervención, que ejecuta la UTE Aparcamientos Rent a Car, se liberará gran parte del espacio que ahora requiere esta actividad de alquiler de coches en la zona que ya está urbanizada.
Según detallaron desde la empresa pública hace tres años, este plan consiste en la ocupación de esta finca anexa de 21.000 metros cuadrados, de los cuales se prevén pavimentar 18.000 metros cuadrados para dar cabida a casi 500 vehículos.
Además, se dotará al área de los diversos servicios que permitan que la zona se utilice para su fin último, que es que se convierta en un depósito para las empresas de alquiler de coches que trabajan en el aeropuerto. Eso sí, no podrán acceder particulares ya que no habrá entradas y salidas continuas por parte de los usuarios del servicio. «La recogida y entrega de los vehículos se seguirá haciendo en una zona del aparcamiento ya existente», comentaron entonces.
La empresa pública también explicó en su momento que los trabajos eran fáciles de ejecutar ya que en esa parcela no existe ningún elemento constructivo. Por eso, solo habrá que desmontar algunas conducciones de agua, drenaje y arquetas de telefonía, así como el actual vallado y tres farolas, antes de empezar a trabajar.
Del mismo modo, habrá que realizar pequeños movimientos de tierra –que ya se están ejecutando en la actualidad– tanto para nivelar el terreno del área de depósito de vehículos como para habilitar los viales y la rotonda de acceso.
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