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Los años han pasado factura a la calle San Francisco, trasladándola de un primer nivel comercial a uno mucho más secundario, lo que ha motivado ... el cierre de muchos de los negocios allí instalados. En la actualidad, cerca de una quincena de locales siguen desocupados, siendo la librería de referencia Estudio, uno de los últimos en echar el cierre. El Ayuntamiento tomó nota de las necesidades y proyectó unas obras de renovación que comenzó este jueves, con el fin de «dinamizar el comercio en la vía».
Estos trabajos están planteados en tres fases. El primer tramo, entre la Plazas Porticada y la calle Puente, está ocupado ya desde este jueves por las máquinas que permanecerán trabajando durante tres meses. Si se cumplen los plazos, se espera que la renovación de ese tramo esté finalizada de cara al puente de la Constitución, para llegar listos a la campaña navideña, tan importante para los comercios.
Las obras las ejecuta la empresa Senor con un presupuesto total de 1.040.945 euros y un plazo de ocho meses.
La actuación supondrá la mejora de la transitabilidad peatonal, la imagen visual y la seguridad de la zona, la renovación de la pavimentación, el mobiliario urbano y los servicios.
Dentro del proyecto de renovación de la calle también se contempla la instalación de nuevos bancos de hormigón blanco y madera, uno por cada tramo, en la parte central a modo de plaza con farolas a ambos lados. En los límites con las calles adyacentes se colocarán jardineras, al igual que entre los nuevos bancos, con un nuevo sistema de riego. En el suelo se retirarán las baldosas características de la vía, en tonos azules, y en su lugar se colocarán unas nuevas de granito «que otorgarán más claridad a este vial que dispone de poca luz natural».
La principal queja de los comerciantes de la calle es «el abandono de la vía desde hace años, con mobiliario viejo, roto y acumulando suciedad». «La imagen actual de la calle es decrépita. Aunque las obras siempre son un batacazo para las ventas. El verano ha funcionado muy bien, con la llegada de los turistas daba gusto. Esperamos que tras las obras la calle experimente un renacer y vuelva a ser una calle de primera categoría», señaló Ana Pico, al frente de Regalos Pico, un negocio centenario.
Por otro lado, varios comerciantes apuntaron que «existen otras formas de dar vida a una calle que no sean las obras». En este sentido, Eva Maza, de la tienda Davileto, explicó que «para impulsar el comercio no siempre hay que hacer un gran desembolso» y reivindicó que «cuando se hacen actividades en la Porticada suelen cerrar el paso por esta calle con vallas o casetas y los peatones se desvían por Juan de Herrera. Nadie quiere pasar por una calle que parece un callejón. Sería importante que no nos dejen fuera de las acciones que atraen a público a la zona»
En la misma línea se pronunció Alicia Gómez, al frente de las tiendas Mood y Ella, que opina que «toda mejora es bienvenida, pero el comercio minorista necesita de acciones atractivas que animen a venir con un aparcamiento asequible y facilitando la apertura de cafeterías, terrazas y negocios de hostelería que animan las calles».
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