El concurso para la ejecución de la residencia del Primero de Mayo vuelve a quedar desierto

El principal motivo, según explican estas mismas fuentes, es que la residencia se construiría en un terreno cedido por el Ayuntamiento, aunque las obras y la explotación -durante los primeros 40 años- correrían a cargo de la empresa que gane el concurso. Y creen que la opción más factible sería «que el Ayuntamiento vendiera ese terreno». Sin embargo, el Consistorio achaca esta situación a «cuestiones de índole económica, de pandemia, de cambio de legislación, de necesidades y situación del sector». Además, aseguran que «revisarán el estudio de viabilidad» y que ya han dado indicaciones a los servicios técnicos para que «valoren las alternativas que permitan poner en valor con la mayor agilidad posible la parcela municipal calificada como equipamiento socio-sanitario».

En febrero, Igual explicó que este proyecto se había aprobado en la Junta de Gobierno Local y que saldría «próximamente a licitación». Además, añadió que aunque la intención, cuando empezó a redactarse el proyecto era que la residencia tuviera capacidad para 170 personas, el documento tuvo que rehacerse para adaptarlo a la nueva normativa, que marcaba un máximo de 120 usuarios residenciales.

Las plazas, según explicó el concejal de Servicios Sociales en aquel momento, Álvaro Lavín, estarían articuladas en cuatro módulos de 30 personas, en las que se ubicarían dormitorios y cuartos de baño, así como espacios destinados a sala de estar común y comedor.

Entonces, la superficie de la parcela explicaron que sería de 5.500 metros cuadrados y el presupuesto estimado para la ejecución de la obra, con una duración estimada de entre 18 y 24 meses, ascendería a cinco millones de euros, mientras que el coste del equipamiento se valoró en medio millón de euros. Y añadieron que se generarían «entre 51 y 63 puestos de trabajo».