El concurso para hacer más habitables los patios de tres colegios queda desierto

Los presupuestos para cada obra eran similares: 105.363 euros para actuar en el Fuente de la Salud, 103.078 euros para el Gerardo Diego y 98.730 euros para el Eloy Villanueva. La licitación salió a trámite de manera urgente, con dinero procedente de fondos europeos, pero desde el Ayuntamiento garantizan que, aunque no se hayan presentado ofertas, no habrá que devolver los algo más de 300.000 euros que suman las tres intervenciones. «Al igual que en otras ocasiones cuando un concurso queda desierto, el Ayuntamiento apostará por volver a licitar las obras de forma que el proyecto pueda hacerse realidad», explican fuentes municipales. «No será necesario devolver los fondos, ya que se trata de una actuación que forma parte de Santander Capital Natural y que se extiende hasta diciembre de 2025», añaden.

Los documentos de cada lote recogen un boceto inicial de la obra prevista. Por ejemplo, la idea para el Gerardo Diego, que tiene tres grandes patios de hormigón, es restar espacio a dos de ellos para crear jardines, plantar árboles de gran porte, instalar jardineras con bancos e incluso una pequeña charca junto a una tarima de madera. Por su parte, en el Eloy Villanueva, que tiene un amplio patio junto a un aparcamiento, el boceto contempla respetar el campo de fútbol y la cancha de baloncesto y destinar el resto del espacio a un parque con árboles, pérgolas, un escenario y gradas. También planea colocar trepadoras cerca de los edificios y setos que limiten el patio de los más pequeños.

Como recuerdan desde el Consistorio, el objetivo del proyecto Santander Capital Natural es reforzar el papel de la red de zonas verdes urbanas en la conservación de la biodiversidad a escala local, en colaboración con entidades como SEO/BirdLife, la asociación Amica, la Fundación para la Investigación del Clima y la Universidad de Cantabria (UC).

Algunos de los trabajos que se han realizado desde que arrancó este proyecto de renaturalización a principios de 2022 son la creación de microjardines para polinizadores, la recreación de hábitats autóctonos, la creación de charcas naturalizadas, la instalación de refugios y cajas-nido, la creación de hoteles para insectos y la instalación de comederos para pequeñas aves urbanas, entre otras acciones.