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A las cuatro de la tarde de ayer domingo la calle Fernando de los Ríos estaba tranquila. A esa hora de la siesta es habitual que haya poco tráfico y aún menos paseantes. Por eso los hechos ocurridos no fueron a más cuando un conductor ebrio perdió el control de su vehículo mientras circulaba por la calle Trasmiera, de un solo carril y flanqueada por bolardos, y chocó contra dos pivotes, provocando daños materiales en el mobiliario urbano. Segundos después y en vista de que alguien podría dar aviso a la Policía, abandonó el lugar en dirección a Fernando de los Ríos, donde fue localizado por los agentes.
Es entonces cuando comenzó una persecución de película por diferentes calles de la zona y a gran velocidad. Quemando rueda, el conductor se saltó semáforos en rojo y puso en peligro al resto de usuarios de la vía. Con una patrulla de la Policía detrás y en vista de que iba a ser cazado, a la altura de la calle Pedro Salinas se tiró en marcha del coche y emprendió la huida a pie, que poco le duró porque fue interceptado por los agentes.
Su vehículo, que continuó la marcha sin conductor, se chocó contra un coche que estaba aparcado en la zona, provocando nuevamente daños materiales.
Una vez cazado, el conductor, de 46 años, se sometió a la prueba de alcoholemia cuyo resultado duplicó la tasa de alcohol permitida.
Miembros de la Unidad de Atestados de la Policía Local de Santander, que realizaron informe técnico de ambas colisiones, instruyeron diligencias judiciales contra el hombre por tres delitos: uno contra la seguridad vial, por conducir a velocidad excesiva; otro por conducir de modo temerario y un tercero por llevar un coche bajo la influencia de bebidas alcohólicas. El vehículo fue retirado por una grúa al Depósito Municipal de Ojaiz.
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