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Tras más de una década de parálisis, la construcción de vivienda nueva se reactiva en Santander. Hasta una veintena de promociones, que añadirán 750 viviendas ... al parque inmobiliario de la ciudad, se están desarrollando de forma paralela, según detallan desde el Ayuntamiento. En ese cómputo se incluyen los 120 pisos que está ejecutando la Sociedad de Vivienda y Suelo (SVS) en La Albericia-San Román y los 66 de la calle Alta, en la parcela de la antigua Tabacalera. Del resto de promociones destacan por volumen, con más de 80 viviendas cada una, dos localizadas en Peñacastillo, cerca del Primero de Mayo. Y no muy lejos de allí, en la calle Gertrudis Gómez, se están construyendo otras 68. También Monte, San Román o Los Castros, entre otras localizaciones (ver ficha anexa) cuentan con obras nuevas en marcha.
«Vivimos un 'boom' de compra de vivienda, influenciado por el covid. Mucha gente quiere comprarse una vivienda en estos momentos y hay muchos interesados que residen fuera de Cantabria», destaca Javier Expósito Pérez, al frente de Construcciones Cubría. Este aumento de la demanda de vivienda llega después de «cerca de 13 años sin vender vivienda, lo que no había ocurrido nunca en el sector, una crisis que se mantuviese tantos años».
Ante la subida de la demanda, aumenta la oferta y las constructoras recuperan su rendimiento, no sin acusar el fuerte incremento de los precios de los materiales. «El valor de la vivienda se encarece y cada vez será más alto porque los materiales no sabemos cuando dejarán de subir. El acero se ha incrementado un 80% en lo que va de año y la madera un 100%», añade Pérez. Este encarecimiento de los materiales repercute de forma inevitable en el precio final.
Pero además de las promociones en construcción, empieza a haber movimientos de otras iniciativas privadas en curso. Es el caso de la prevista en el solar situado junto a la sede del Gobierno regional, en la calle Peña Herbosa, que ha estado vacío durante 25 años. Allí se anuncia ya la construcción de un inmueble de viviendas, gestionadas por la inmobiliaria Radix. En 2017 se construyó en la parcela contigua un edificio de viviendas, pero esta finca del número 27 no se sumó entonces a tal construcción, quedándose en desuso cuatro años más. Ahora, ya con la licencia tramitada, está previsto el inicio de las obras próximamente. El edificio contará con pisos de una habitación y un baño en los áticos de 80 metros cuadrados, a un precio de 337.974 euros; de dos habitaciones y un baño, en 78 metros metros cuadrados, a un precio de 281.844 euros; y también incluirá un tercer modelo de vivienda con una habitación y un baño, en 52 metros cuadrados, a un precio de 194.440 euros.
Otro suelo urbanizado que llevaba años en desuso en el que se levantará un nuevo edificio es la parcela de la calle Menéndez Pelayo número 32, sobre la boca del túnel de Tetuán. Y hay más. En la zona de Valdenoja están en marcha varias promociones. La empresa constructora Ascán ha iniciado las obras de una promoción residencial en La Pereda, formada por 16 viviendas exclusivas -de dos, tres y cuatro dormitorios, desde 90 a 134 metros cuadrados-, con piscina en la urbanización privada. Todas tendrán jardín o terraza.
De otro lado, en la zona de El Mansín, en una parcela de 2.500 metros cuadrados en la calle Agapito García Rumayo, se terminan de construir seis chalés individuales con piscina y parcela propia de hasta 400 metros cuadrados. En 2020 el Ayuntamiento concedió varias licencias de obras en Monte, Cueto-Valdenoja, El Sardinero, Reina Victoria o Nueva Montaña. Entre ellas se encuentra una promoción de 35 viviendas con garajes y trasteros en el cruce del número 31 de la Avenida de Los Castros con la calle Manuel Prieto Lavín, que supondrá una inversión privada de 4,2 millones de euros.
El concejal de Fomento y Vivienda y Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Santander, César Día Maza, explicó que este volumen de construcción actual «responde fundamentalmente a la escasa oferta de vivienda nueva que venía arrastrando la ciudad durante los últimos años frente a la demanda existente».
En su análisis, el concejal apuntó a que otro factor que puede incidir en la puesta en marcha de nuevas promociones es «el hecho de la menor repercusión del valor del suelo en el precio final de la vivienda, lo que permite poner en el mercado inmobiliario viviendas a precios más asequibles para un mayor abanico de población demandante». Por esto, entre otras razones, -señaló Díaz- en Santander «se están desarrollando paulatinamente suelos que se habían urbanizado antes de la crisis inmobiliaria, pero en los que no se llegaron a construir las promociones de viviendas como estaba previsto».
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