

Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando arrancaron las obras de renovación de los Jardines de Piquío, el Ayuntamiento garantizó que se conservaría su estética y que las intervenciones se centrarían ... en reparar los desperfectos respetando su imagen. Pero no concretaron si se referían a la imagen que tenían los jardines al arrancar las obras –a finales de 2024– o la imagen histórica de los mismos; las que tenían cuando se inauguraron en 1925 y hasta la reforma de finales de los 90. Aunque los más jóvenes solo han conocido un Piquío de pavimento azul, los mayores recordarán que antes era negro –o gris, por el desgaste–. Ahora, desde el Consistorio inician una consulta ciudadana para que sean los vecinos quienes elijan el color del nuevo pavimento entre esas dos opciones: el característico azul o el histórico negro. La votación, a la que podrán acceder todas las personas empadronadas en Santander, estará abierta hasta el 27 de abril en el Casino de El Sardinero y, para votar, será obligatorio presentar el DNI. Además, allí han instalado una exposición fotográfica e histórica de este parque.
La forma de participar, explica la alcaldesa, Gema Igual, es sencilla. Los ciudadanos que lo deseen deberán rellenar una papeleta indicando la opción elegida, entre el negro o el azul, y mostrar su DNI al personal de la sala antes de depositar su voto. «El color del pavimento de Piquío ha sido objeto de debate para los santanderinos a lo largo de la historia, por eso ahora queremos tener en cuenta sus preferencias para incorporarlas al proyecto que tenemos en marcha».
En la segunda mitad del siglo XIX, cuando el promontorio de Piquío comenzó a ser una zona de esparcimiento, sus caminos eran de gravilla. En Santander, las principales calles adoquinadas del centro no se cubrieron de asfalto hasta 1897 y el alquitranado llegó a Piquío en 1920. El alquitrán o brea, llamado popularmente 'pichi' en la ciudad, es una sustancia natural, viscosa y de color negro obtenida a partir de materia vegetal y mineral.
Participa en la consulta
Así, en el proyecto de ordenación de 1932, Ramiro de Mesones –el arquitecto municipal– decidió dar continuidad al color negro del pavimento optando por el asfalto fundido. De bajo coste y fácil aplicación, este material se adaptó muy bien al sinuoso trazado de los caminos que diseñó, con numerosos entrantes para ubicar bancos y parterres. Inicialmente negro muy oscuro, el asfalto clareó con el tiempo hasta adquirir un tono grisáceo. Este pavimento cumplió su función hasta que a finales de los años 80 comenzaron a formarse burbujas en la superficie y, en 1998, el Ayuntamiento realizó una intervención global para corregir los desniveles del suelo. Se optó por una pasta niveladora de color azul, prevista como solución temporal previa a una capa final de pintura negra que nunca llegó a aplicarse. Este cambio de color, aunque bien recibido por algunos, dividió a los santanderinos. Y ahora, casi 30 años después, la elección volverá a dividirlos en la consulta del Casino.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.