Consultar un expediente en el Ayuntamiento: una misión casi imposible

Póngase en el caso de que quiere consultar un expediente de actualidad, como por ejemplo la solicitud de una licencia de apertura de una sala de fiestas en Nueva Montaña. Ya se ha publicado en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) que el expediente ha salido a información pública y que aquellos interesados en consultarla, que tienen veinte días de plazo para hacerlo, tienen que solicitar una cita previa en el Negociado de Licencias y Autorizaciones del Ayuntamiento.

Todo correcto hasta que el ciudadano en cuestión pide esa cita, un primer paso que parece sencillo pero que ni se resolverá a través de una llamada o una gestión telemática ni terminará con una citación concreta, con su día y hora, para consultar el expediente en cuestión.

Comoquiera que la sección a la que se debe dirigir es el Negociado de Licencias y Autorizaciones, la primera opción es buscar en internet el número de teléfono. Una vez localizado se efectúa una rápida llamada de consulta que deriva en la siguiente contestación.

–«Tiene que pedir cita a través de internet».

–«¿Me puede indicar cómo?».

–«Vaya a la sede electrónica del Ayuntamiento y en el buscador de trámites escriba 'Vista' para pedir cita, rellene con el número de expediente que quiera consultar y no olvide escribir su número de teléfono para que le llamen y le avisen cuando pueda ir a verlo». Cuelga.

Parece que la cita podrá solicitarse fácilmente siguiendo las indicaciones del funcionario y que llevan hasta un enlace en el que puede leerse 'Iniciar trámite'. Pero, al pinchar, se abre una pantalla en blanco de carga que termina en un 'No se puede acceder a este sitio web'. Dando una vuelta más por la sede electrónica, hay un apartado denominado 'Cita previa'. Quizá sea ahí. Pero en el desplegable que se abre para seleccionar el servicio deseado solo hay tres opciones –Gestión tributaria, Servicio de Multas y Servicio de Policías– y ninguna encaja con el trámite a realizar. Aquí hay otro número de teléfono pero, al otro lado, una voz robótica da a elegir entre los mismos tres servicios de la web, que no tienen relación con la consulta de expedientes.

No queda más remedio que acudir presencialmente al Ayuntamiento de Santander y tratar de consultar el documento o, al menos, salir con una cita para volver en otro momento.

Esta visita solo puede hacerse por la mañana, cuando el Consistorio está abierto al público. En el ala derecha hay un puesto de información donde, al preguntar por Licencias, los empleados indican que ese negociado está en el ala izquierda. Allí, tras esperar una fila, la funcionaria indica que la cita previa debe solicitarse a través de internet. Al trasladarle que no ha sido posible, ofrece una segunda posibilidad: rellenar una instancia a mano con la petición y registrarla. Los bolígrafos de la mesa no pintan, pero, amables, los funcionarios prestan otro si es necesario. Una vez está lista la ficha, otro recorrido por el vestíbulo del edificio para volver al ala derecha, sacar número y esperar el turno para registrar la instancia.

Hay una decena de personas esperando a ser atendidas cuando se cae el sistema informático, por lo que los dos únicos funcionarios que hay en Registro –hay otras dos ventanillas vacías– avisan: «Es un fallo informático y no sabemos cuánto tardará... Podéis esperar o ir al edificio de Servicios Sociales».

La espera se alarga veinte minutos más y, por fin, la instancia queda registrada. Pero sin cita. «Ya te llamarán». Tienen el correo electrónico y el teléfono de la persona interesada, a la que no dan ni una aproximación de cuándo se pondrán en contacto para citarla. El plazo para presentar alegaciones a una licencia de apertura es de veinte días y, casi una semana después del registro de la instancia para consultarla, nadie se ha puesto en contacto con el interesado.