Sin noticias del preso fugado 72 horas después de su traslado a Valdecilla

Aunque desde el instituto armado no han querido dar ningún detalle sobre los avances de su investigación, El Diario Montañés ha podido saber que se ha encontrado un vehículo abandonado en Bezana que podría corresponder con el que utilizaron el reo y sus cómplices para escapar. De hecho, fuentes cercanas a este periódico ya avanzaron el mismo día de la fuga que el reo y sus compinches habían cambiado de coche para facilitar la huida.

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Abel Verano

La Policía Local de Santander apenas tardó unas horas el sábado en confirmar que el preso había abandonado la ciudad por la autovía, aunque no se pudo determinar su destino. A partir de ahí los agentes han puesto a disposición de la Guardia Civil todas las imágenes e información que les facilite su investigación. Y es la Policía Judicial de la Benemérita quien está practicando todo tipo de pesquisas para dar con el paradero del preso, un vecino de Torrelavega con numerosos antecedentes penales.

Fuentes cercanas al caso explicaron a este periódico que la Guardia Civil tiene la ventaja de que ya conoce al entorno de este reo, al ser la segunda vez, en apenas tres meses, que tienen que localizarlo tras una huida. En cualquier caso, lo ocurrido el sábado a la puerta del hospital es más propio de una película o una serie de ficción y de otro tipo de delincuentes, ya que en Cantabria no se recuerda un precedente igual. Al menos así lo manifestaron fuentes de Acaip (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias), que reconocieron que lo sucedido es «un poco inédito», pues si bien alguna vez algún interno ya había intentado escaparse aprovechando los desplazamientos a centros sanitarios, «echando a correr por los pasillos», «esto nunca había pasado». «En el Juzgado también algún preso ha intentado escaparse corriendo por los pasillos e intentado saltar por la ventana, pero al final les hemos cogido», añadía una fuente policial.

Lo que tienen muy claro todas las fuerzas policiales es que esta fuga estaba «muy preparada» y cogió «por sorpresa» a los dos agentes que le custodiaban. «Primero prepararon la discusión para provocarse las lesiones y después acordaron el momento en el que le pudieran ayudar a fugarse a su llegada al hospital».