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Será el juzgado el que determine finalmente las responsabilidades en el incendio del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander. Desde el Ayuntamiento no se apuntan de forma directa culpables, pero hoy ha vuelto a incidir y ahondar en lo que considera la existencia ... de «contradicciones» entre los informes que han presentado las dos empresas responsables de los trabajos de reforma en el edificio del MAS: SIEC, encargada de las obras, y Codelse, de la seguridad. Contradicciones que se refieren en especial a quién era responsable de la decisión de mantener o no las medidas de seguridad durante la obra, si se avisó o si hubiera sido necesario adoptar medidas extraordinarias.
Apenas unas horas después de que el pleno del Ayuntamiento evitará el debate sobre el incendio, tras rechazarse dos mociones de Ganemos en este sentido, la Administración local ha hecho pública una nota de prensa en la que se enumeran las contradicciones en las que, a su juicio, incurren los informes remitidos por SIEC y Codelse. Estos informes se van a agregar al expediente municipal abierto ante de ser trasladado al juzgado para que sea en esta instancia en la que se diriman las responsabilidades oportunas. Eso sí, el Ayuntamiento vuelve a insistir, como ya hizo la pasada semana, en que «los informes requeridos por los servicios técnicos ponen de manifiesto que el Ayuntamiento en ningún caso autorizó ni fue informado de la desactivación de los sistemas de seguridad por parte de ninguna de estas dos empresas». No obstante, Coldese insistía hace apenas seis días en que el Ayuntamiento de Santander y el director del MAS sabían desde prácticamente el inicio de la reforma que el edificio estaba sin seguridad contra incendios y contra robo. «En el Ayuntamiento había un perfecto conocimiento de que el museo estaba sin protección», declaraba entonces Fermín García Balbás, presidente del Grupo Codelse.
Hoy, en la enumeración de contradicciones apreciadas por el Ayuntamiento, se arranca por el hecho de que SIEC «debía ejecutar la obra con las instalaciones en funcionamiento y que Codelse en ningún caso informó de la desprotección del edificio».
En segundo lugar, afirma que Codelse acredita que el sistema antiincendios funcionaba correctamente en el mes de abril, al inicio de las obras, mientras que SIEC insinúa en su informe que el Ayuntamiento debió adoptar medidas extraordinarias de seguridad durante la ejecución de las obras, «algo que es contradictorio con las afirmaciones que esta misma empresa realiza y en las que deja claro que su intervención en la zona de obra no debería haber afectado al resto de las instalaciones del museo». A juicio del Ayuntamiento, aunque en algún momento pudiera haberse barajado la opción de complementar las medidas de seguridad existentes en el edificio, «este hecho no justificaría que SIEC o Codelse procedieran a desmantelar el sistema de seguridad del museo».
En tercer lugar, el Ayuntamiento insiste en que también se contradicen las empresas respecto a las actuaciones realizadas en los sistemas de seguridad, ya que «SIEC afirma que mantuvo siempre operativos los sistemas antirrobo y en ningún momento procedió a desmantelar las centralitas de seguridad, mientras que Coldelse señala que ambas centrales (robo e incendios)dejaron de prestar servicio en el mes de junio». La lectura que la Administración local hace de esta divergencia es que «se pone en evidencia que SIEC era absolutamente consciente de que la seguridad del museo debía permanecer activa durante las obras, contratando a Codelse para este fin».
Finalmente, la nota de prensa alude a otra parte de los informes de las empresas en la que SIEC «afirma que no ha intervenido en ningún momento en las centralitas, siendo Codelse la única que lo hacía, pero Codelse señala que el 8 de junio y tras atender un aviso de SIEC para retirar elementos de las instalaciones de seguridad, llega al museo y observa que la central de detección de incendios está desconectada y por tanto inoperativa en una operación ajena a Codelse».
Los informes de ambas empresas han sido analizados por la arquitecta municipal y el responsable del departamento municipal de Ingeniería Industrial. La primera reitera que SIEC «debió ejecutar la obra adoptando las medidas pertinentes para que todas las instalaciones del edificio y, en particular las medidas de seguridad, siguieran en funcionamiento» . En base a esta premisa «rebate» cada una de las afirmaciones que la empresa contratista vierte en su informe.
También el ingeniero industrial recuerda cuáles son las obligaciones que Codelse asumió en función del contrato suscrito por el Ayuntamiento entre las que se incluye la de informar periódicamente sobre el resultado de las revisiones practicadas y la de comunicar cualquier aspecto de especial relevancia que pudiera afectar a dichas instalaciones.
Todo el planteamiento del Ayuntamiento pone su punto de mira en estas dos empresas, aunque no se produce una acusación directa. La pasada semana, el director del MAS, Salvador Carretero, sí aludia, en una entrevista radiofónica, a la negligencia en materia de seguridad que desencadenó el fuego por parte de personal externo. Concretamente a responsables de la empresa encargada de las obras Siec; y de la que se ocupa de la seguridad, Codelse.
Una vez recibidos los informes, el Ayuntamiento ha entregado toda la documentación a los grupos municipales y también se remitirá al Juzgado de Instrucción Número 5 de Santander, junto a los informes de las compañías aseguradoras que está realizando sus propios informes periciales.
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