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Las diócesis vecinas de Asturias y Cantabria tienen, desde este año, un punto más de unión: los dos únicos seminaristas de Santander se formarán en Oviedo en vez de en el Seminario de Monte Corbán de la capital cántabra. «Los acogemos como verdaderos hermanos», ... dijo Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, durante el acto de inauguración del curso que se celebró este pasado lunes. Esto supone que el seminario cántabro se queda vacío, a pesar de lo cual, tal y como aclara el Arzobispado, no cierra sus puertas.
Según ha podido saber El Diario Montañés, los alumnos de Santander se han tenido que desplazar hasta Asturias porque Corbán ha perdido la afiliación con la Facultad de Teología de Salamanca, que es la institución académica encargada de renovar a los seminarios para que puedan seguir formando. Está afiliación se sustenta en base a unos requisitos impuestos desde Roma. Uno de ellos es que debe haber un número mínimo de alumnos por centro. De lo contrario, se deberán unificar seminarios. Como es el caso de Corbán. Si el centro no cumple con dichas condiciones, los estudios no tienen validez oficial. El Obispado, que fue consultado por este periódico, optó por no hacer declaraciones.
A pesar de que el seminario cántabro no va a seguir formando futuros sacerdotes, sí que mantendrá abiertas sus puertas para impartir encuentros informativos durante todo el año. Además, los fines de semana acudirán los alumnos a realizar lo que se conoce como formación pastoral -entra dentro de los estudios académicos-, que consiste en ir a parroquias para ayudar durante la misa -ellos no pueden impartirla- o en cualquier actividad que el párroco considere oportuna, con el objetivo de que conozcan, en primera persona, el desempeño de su oficio.
La noticia de que Corbán se quede vacío no sorprende teniendo en cuenta la tendencia de aspirantes a sacerdote de los últimos años. En 2021, el seminario acogió a cuatro alumnos, una de las cifras más bajas de los últimos ejercicios. Se trata de un hecho que, ya por aquel entonces, preocupaba a los religiosos.
Durante el acto de apertura del curso académico del pasado año, el Obispado puso en valor su incorporación, «un respiro de alivio para la comunidad diocesana que veía como los seminaristas iban subiendo de curso e iban egresando sin aparente relevo». A lo largo de ese curso, el rector del seminario cántabro, Prudencio Cabrero Gómez, mostró su preocupación «porque no se dé respuesta a la palabra de Dios y que, quizá, sea porque hacemos un acompañamiento de ayuda y demos las respuestas». También planteó que, en ocasiones, «los padres no son lo suficientemente generosos cuando un hijo les plantea que quiere ser religioso. Porque vocaciones las hay siempre. Dios está vivo. Hay que rezar por ellas».
De los pocos seminaristas que comenzaron el año pasado, no todos han continuado con sus estudios académicos. Y es que otro de los requisitos que formalizó Roma hace unos años obligaba a los alumnos a realizar un curso de discernimiento vocacional -dura un año- con el que se pretende que, entre alumnos y equipo formativo, decidan si el estudiante debe continuar con la carrera eclesiástica. Además de ir adaptándose a la vida del seminario y al entorno que les va a acompañar durante los cursos de estudio. De los que comenzaron en 2021, solo dos han continuado formándose, que son precisamente los que se han desplazado a Oviedo. «Dos aspirantes que nos confían hasta nuevo aviso. Deseo que sea pronto porque haya nuevas vocaciones santanderinas», dijo el lunes el arzobispo Jesús Sanz Montes en referencia a los alumnos procedentes de Cantabria.
Con ellos y con la entrada de cuatro aspirantes asturianos, este curso serán dieciséis los seminaristas en la comunidad vecina. Un curso que fue inaugurado el lunes de forma oficial, aunque como es habitual las clases empezaron ya hace unos días. El rector del seminario de Oviedo, Sergio Martínez Mendaro, explicó que se espera un curso «normal» tras el fin de todas las restricciones de la pandemia. La máxima novedad de este año, destacó, es la llegada de los seminaristas santanderinos, con los que ya antes de arrancar las clases han convivido unos días en el seminario de Corbán y en Covadonga.
Además de alumnos y profesores, en la misa de este lunes participó el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, que acudió a Oviedo acompañado de los responsables del seminario de Monte Corbán.
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