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Vital Alsar navegaba por el mundo con Santander siempre en su brújula. En continua búsqueda de nuevos retos, este aventurero, nacido en 1933 en la capital cántabra y criado en la ladera norte de General Dávila, perseguía el entendimiento y la concordia entre civilizaciones. ... Cuando se cumple un año de su muerte, en Acapulco (México), su ciudad natal se prepara para rendirle un sentido homenaje, sólo pospuesto debido al covid.
A partir de este próximo miércoles comenzarán los actos en su memoria, que, entre otras acciones, supondrán depositar sus cenizas en el Panteón de Ilustres del cementerio de Ciriego o la instalación de la enorme paloma del mascarón de proa de una de sus naves, la Zamná, en las inmediaciones de la duna de Zaera, en Gamazo.
Por iniciativa de la Asociación Vital Alsar, creada en 1982, los actos están diseñados al amparo de un comité, en el que también participa el Ayuntamiento de Santander.
GAMAZO
LA MARUCA
LA MAGDALENA
El presidente de la asociación, Javier Cantera, recuerda a este periódico que «hoy, más que nunca, esta organización tiene sentido, ya que nuestra obligación es dar continuidad a su legado. Dar a conocer a los más jóvenes todos los valores por los que él luchó, como la cultura oceánica, el tributo a los antiguos navegantes, la sostenibilidad y la búsqueda de la paz. Que todo ello les resulte inspirador y un referente».
Por ello, afirma que «todos nos sentimos muy emocionados con este homenaje que el año pasado nos fue imposible llevar adelante, debido al covid. Llevamos todos estos meses en contacto con sus familiares y los navegantes que formaron parte de sus expediciones».
Lamenta Cantera que algunos de estos marinos «no puedan venir. Especialmente, Manuel Camino, quien formó parte de la primera expedición, pero debida a su edad y a su estado de salud, a pesar de tener los billetes de avión y el hotel reservado, no creo que pueda realizar el viaje finalmente».
Pero sí lo harán «otros muchos, familiares, tripulantes de la expedición de Orellana 77, como Jorge Riveros, y amigos de México. También habrá alguna representación de Guayaquil, expedicionarios, y varios de los que hemos navegado en el Zamná, el trimarán de la expedición 'El Niño, La Mar, La Paz', que llegó en octubre de 2009 a Santander tras cruzar el Atlántico procedente del puerto de Nueva York».
Precisamente la paloma que abrazaba el mascarón de proa de esta embarcación será la que se coloque, en un principio, en la zona de Gamazo, convertida en una gran escultura. La petición inicial de la asociación era que fuera instalada en La Magdalena, junto al Museo del Hombre y el Mar, donde están situados los tres galeones y la balsa del navegante, todos ellos con la proa hacia a la mar.
El primero de los actos será el depósito de las cenizas del marino en el Panteón de Ilustres del cementerio de Ciriego, según prometió la alcaldesa Gema Igual a sus familiares tras el fallecimiento de Alsar.
Otro momento importante será cuando la comitiva se traslade hasta La Maruca y allí, su paseo se convierta en el de Vital Alsar, llevando a partir de ahora su nombre. Este será especialmente emotivo, ya que, como recuerda su amigo Jesús Ceballos, también miembro de la Asociación Vital Alsar, «cuando era pequeño se escapaba siempre que podía para ir desde su casa, en el Barrio del Rey de General Dávila, hasta La Maruca, saltando sobre las tapias y los muros de piedra del camino. Era su lugar favorito».
Además, también se aprovechará para hacer público la nueva denominación del Centro de Interpretación del Litoral, que también recibirá el nombre de Vital Alsar.
Mientras, en la Casa de los Guardeses del recinto de La Magdalena, a escasos metros de donde está su Museo del Hombre y el Mar, se instalará una exposición en la que han participado amigos y conocidos del navegante aportando fotografías y recuerdos.
Desde el colegio público Vital Alsar, en Cueto, su directora en funciones, María Esteban manifiesta «el orgullo que sentimos todos por este gran reconocimiento». Una de sus profesoras ya jubiladas, Pilar Redondo, recuerda con cariño «las visitas que nos hacía Alsar al centro. Siempre tan cariñoso y amable. El día que él venía, siempre era especial para todos».
Por su parte, la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, concederá la Cruz de Oficial de la Orden al Mérito Civil, a título póstumo, al navegante, este próximo jueves.
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