LAS CUENTAS DEL CAMBIO

El PSOE de Pedro Casares, candidato por segunda vez después de que su partido encadenara varios experimentos fugaces y fallidos en elecciones anteriores, lograría esta vez un crecimiento sustancial, acorde con sus expectativas. Es más sorprendente el caso del regionalista José María Fuentes-Pila, el aspirante mejor valorado y con un concejal más, cuando su tercer intento generaba bastantes dudas, incluso en su partido. Quizá le beneficia la marea regionalista con su éxito en las generales. PSOE y PRC llegarían a la mayoría con la confluencia de izquierdas que aguanta el tipo, dadas las circunstancias, con Miguel Saro al frente. También les sale la cuenta con Cs, liderado por Javier Ceruti, que puede doblar su bancada, pero el partido naranja les genera más desconfianza por su apoyo al PP en la última legislatura. Cs, en el centro, que es lo suyo: a un escaño de la mayoría con el PP, sobrado para apuntalar el cambio. Llegado el caso, a ver qué dice Rivera.

La encuesta niega por poco el acceso a Vox, que en las generales superó al PRC y a la alianza de izquierdas, un indicio de que la derecha radical pierde fuelle cuando en el debate no prima la clave nacional. Así pues, el pacto a tres del centro-derecha está más complicado.

La batalla de Santander adquiere una gran trascendencia como símbolo de resistencia del PP hegemónico durante tantos años y de conquista para los abanderados del cambio, además de su influencia en las urnas regionales puesto que acoge a un tercio de los electores de Cantabria.

En la intensa campaña puede aparecer el exministro y exalcalde Íñigo de la Serna, si resuelve que su participación ayudaría a quien le sucedió en el Ayuntamiento santanderino. Ni él ni el PP lo tienen del todo claro. Por lo pronto, sus enemigos ya lo están esperando para presentar a Gema Igual como una alcaldesa tutelada por su mentor y para hacerle a él corresponsable de los principales errores de la gestión municipal, empezando por el Metro TUS.