El décimo premiado con 125.000 euros está a punto de cobrarse dos años después

Seguro que todos aquellos que andan estos días tentando a la suerte por las administraciones de lotería recuerdan este caso. El 23 de diciembre de 2017, una señora entró en dependencias de la Policía Nacional de Santander y entregó un décimo que, según explicó, se había encontrado en la calle. Es muy probable que el número fuera el 51244 (oficialmente, los dígitos no han trascendido) porque, ese año, en el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, esa combinación resultó ganadora de un segundo premio y, con él, cayó sobre la capital cántabra un chaparrón de millones (164, para ser exactos). Se sabe que el boleto que portaba la mujer al día siguiente de la rifa más célebre lleva dentro 125.000 euros (descontados los impuestos, ella se llevará 104.000) y que, dentro de su fortuna, al estar premiado, la ley ordenaba hacer lo posible por buscar al legítimo propietario.

Casi dos años después, el breve y colorido documento sigue en barbecho y sin haber hecho realidad ningún sueño. Pero obrará su hechizo navideño en apenas seis semanas, porque la norma establece que se lo puede quedar la persona que lo encontró si, transcurridos dos años del hallazgo, nadie ha acreditado ser su dueño. El décimo lleva todo este tiempo en la caja fuerte de una entidad bancaria, de donde tendrá que ser rescatado para cumplir su función. Allí lo llevó la alcaldesa de Santander (Gema Igual) quien, a su vez, lo había recibido de manos los agentes de policía ya que, como máxima autoridad local, le correspondía la custodia hasta que se deshaga el entuerto.

Y éste ya parece entrar en la recta final. El Ayuntamiento ha confirmado que no ha habido «ninguna novedad» sobre la propiedad. Desde enero de 2018, momento en que trascendió la historia, nueve personas se acercaron a la secretaría general del municipio a reclamarla, aunque «nadie ha conseguido acreditarla».

Para darle la máxima difusión al hallazgo, la alcaldesa emitió un edicto en el que, asesorada por Loterías y Apuestas del Estado (LAE), avisaba de que todo aquel que quisiera demostrar que la papeleta era suya debía justificar «haber sido su poseedor describiendo el número, la serie y la fracción, así como las circunstancias expresadas al dorso». Tampoco consta oficialmente que se haya iniciado ningún proceso judicial: «Ni se nos ha notificado, ni comunicado, que haya un procedimiento en curso», señalan fuentes municipales.

Así que es fácil imaginarse a la mujer que lo encontró tachando los días en el calendario, con la vista puesta en el 21 de enero, el día que podrá reclamarlo ya en calidad de dueña y señora.

El Código Civil fija en sus artículos 615 y 616 que, cuando una persona encuentra un objeto «mueble que no sea tesoro, debe restituírlo a su anterior poseedor. Si éste no fuere conocido, deberá consignarlo inmediatamente en poder del alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo. El alcalde habrá de publicar éste dos domingos consecutivos. Pasados dos años a contar desde el día de la segunda publicación sin haberse presentado el dueño, se adjudicará la cosa encontrada al que la hubiese hallado». Atribuyan el florido lenguaje a que los artículos pertinentes datan de 1889.

En cumplimiento de la ley, Igual publicó un aviso dos domingos seguidos: el 14 y el 21 de enero de 2018. En este tiempo, el boleto ha estado sometido a un 'expediente de hallazgo', decisión a la que se llegó tras hacerse varias consultas. La Policía Nacional se aconsejó en el Juzgado de Guardia y también con el organismo oficial de Loterías y, entre todos, decidieron los pasos a dar. Loterías y Apuestas del Estado ha tenido un papel importante ya que, normalmente, el plazo para hacer efectivos los premios es de tres meses. En esta ocasión, el derecho de cobro se suspendió, para permitir que el décimo se cobre cuando haya un dueño seguro.

Por ahora, lo que parece más que seguro es que hay una mujer en Santander que sabe, con gran antelación, que el 21 de enero le va a tocar, por fin, la lotería.