«Hay déficit de caras nuevas, pero en todas las ferias, no solo en Santander»

-Ya ha sido presentada la Feria de Santiago 2024. ¿Qué valoración hace de los carteles de la misma?

-Es una feria que está bien y en la que están todas las figuras, que es como tiene que ser. Prefiero valorarlo después, de entrada hay mimbres, después lo que va a salir por toriles y lo que van a hacer esos mimbres es otra cuestión.

-¿Es una feria más de público que de aficionado?

-Casi todas son más de público que de aficionado. El empresario lo que quiere es público y aficionados, hay que dar dosis para ambos. Aunque ahora, pese a que sigue habiendo toreros para el gran público, como Roca Rey, han conseguido que el aficionado conecte un poco más con ellos que antes, cuando había toreros que el aficionado rechazaba totalmente.

-Hay un cartel especial, el que junta a Enrique Ponce y Morante de la Puebla.

-Me parece una gran noticia para Morante, que se ha pasado dos temporadas encabezando cartel y para un torero como él coger a la gente fría es complicado. Encontrar un compañero de viaje que le abra el camino es algo extraordinario. Ponce está bien que salde la deuda que tenía con la afición después de irse por la puerta de atrás.

-¿Hay déficit de caras nuevas en los carteles de la feria?

-Sí, pero no es solo en Santander, es cosa de todas las ferias. Si sumamos los años de alternativa de los componentes de todos los carteles de España sale una cifra exorbitante. Yo recuerdo que, en la primera Feria de Santiago, en 1961, el torero más antiguo llevaba diez años de alternativa, que era Antonio Ordóñez.

-¿Y en ese estreno de Santiago había variedad de encastes o se daba la situación actual, en la que todo viene del mismo sitio?

-No, entonces había variedad. Hubo toros de Antonio Pérez, otra corrida de Santa Coloma y, si no recuerdo mal, otra de Contreras. De aquellas no había Juan Pedro Domecq, ahora todo lo que no viene de Juan Pedro directamente viene dando una vuelta, pero del mismo sitio.

-Es decir, falta variedad de encastes en la feria.

-Falta variedad de encastes en general. Tenemos el de Santa Coloma, que siempre es bien recibido, y luego hay ganaderías que llevan tanto tiempo en las mismas manos que ya han cogido un camino propio.

-¿Tiene miedo de que falle la presentación de los toros?

-De eso tienes miedo siempre. Yo espero y confío en que no, que salgan los toros como tienen que salir.

-Uno de los carteles que más expectación ha despertado es el de la novillada, eso siempre es positivo.

-Eso es lo que hace falta, que vengan novilleros que llamen la atención. Me han hablado muy bien de ellos, la novillada es una decisión acertada que se tomó en Santander, tiene que ser imprescindible.

-¿Qué opinión ha palpado de los carteles entre la afición y entre los miembros del Consejo?

-Ha sido buena, siempre hay opiniones para todo, pero en líneas generales la respuesta ha sido positiva.

-Es el último año de Lances de Futuro como empresa de la plaza. ¿Qué valoración hace a falta de cómo salga la feria de este año?

-La andadura ha sido buena, ha construido ferias con carteles bastante completos. En el aspecto de la presentación de los toros ha habido lagunas, pero la experiencia en general ha sido buena. Más allá de eso, y por eso yo les miro con tan buen ojo, quiero destacar la labor que hizo en 2021, cuando en unas circunstancias tan complicadas se tiró para adelante y se hizo la feria.

-Toca sacar pliego para la gestión de Cuatro Caminos. ¿Qué cosas cree que se deben cambiar y mejorar con respecto al anterior?

-En cuanto pase la feria o, incluso antes, nos pondremos a reanalizar el pliego actual, qué está bien, qué está mal y qué hay que cambiar o añadir. Se trata de sacarle cuanto antes para que el ganador disponga de tiempo para organizar la feria, un empresario no puede tener pocos meses para sacar adelante un ciclo como el de Santiago.

-Y la arena y el drenaje, ¿en qué situación se encuentran?

-El drenaje ya ha salido a licitación y en breve, aunque no lo suficiente para hacerlo antes de la feria, se pondrá en marcha la obra. Y la arena la tenemos que seguir buscando: si no encontramos una similar a la que tenemos tendremos que optar por la que haya y que sea la más adecuada, aunque se pierda un poco de la idiosincrasia del coso. Todavía no hemos perdido la esperanza.

-Usted es artista y comparte ministro con el mundo del toro. ¿Qué mensaje le manda tras la retirada del Premio Nacional de Tauromaquia?

-Lo más congruente que se me ocurre es decirle que se vaya. Nunca he entendido que cuando le nombrasen ministro de Cultura nos preguntásemos de dónde procedía, de qué rama de la cultura, y su único mérito es ser antitaurino. Es una valoración muy pobre y, lamentablemente, está ejerciendo como tal, como antitaurino. Nada más.

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