Las denuncias por botellón descienden a la mitad en comparación con 2018
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La Policía Local ha puesto 2.000 multas desde enero y Nalda achaca esta reducción «al buen resultado de la medidas preventivas puestas en marcha para combatirlo»Secciones
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La Policía Local ha puesto 2.000 multas desde enero y Nalda achaca esta reducción «al buen resultado de la medidas preventivas puestas en marcha para combatirlo»La práctica del botellón en Santander tuvo un repunte en 2018, con elevadas cifras de jóvenes que se reunían en la calle durante los fines de semana para consumir alcohol. Casi siempre se congregaban en zonas céntricas, como Cañadío, Pombo o Río de la ... Pila. Ese año las denuncias alcanzaron un pico, 4.200 en total, y como consecuencia las asociaciones vecinales de las arterias y plazas más afectadas manifestaron su malestar por el ruido, los altercados y la suciedad que conlleva implícito el botellón.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Santander puso en marcha en enero una serie de dispositivos policiales específicos con el objetivo de prevenir esta práctica que «ha tenido un buen resultado, ya que ha caído a la mitad el número de denuncias en lo que va de año respecto a 2018, con una notable reducción mes a mes», según destacó ayer el concejal de Personal y Protección Ciudadana, Pedro Nalda. «Las medidas están teniendo efecto, lo que no quiere decir que vayamos a bajar la guardia para combatirlo, pero queremos resaltar que se ha logrado reducir la afluencia de gente que hace botellón».
La Policía Local ha puesto así, en los últimos nueve meses, 2.000 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública. Un ejemplo: si en septiembre de 2018 los expedientes por este motivo ascendieron a 498, en esta ocasión han sido 316. «El número de denuncias ha sido notablemente inferior en cada uno de los meses del año», destacó Nalda.
Pedro Nalda | Concejal Protección Ciudadana
Según el concejal de Protección Ciudadana, las medidas preventivas puestas en marcha han hecho «prácticamente desaparecer el botellón en la plaza de Cañadío, Pombo». Este hecho fue corroborado por la asociación de vecinos correspondiente a esta zona, que criticó, sin embargo, que lo que se ha hecho ha sido «dispersarlo y no acabar con su práctica».
En concreto, Ricardo Alea, presidente del colectivo vecinal, afirmó que «efectivamente, hay menos botellón en Cañadío, Pombo y la plaza del Cuadro, donde casi podríamos decir que prácticamente ha desaparecido. Pero se debe a que los jóvenes han ido cambiando de sitio y no a que se esté erradicando». Alea opinó que «lejos de haber aumentado el control policial, ha ido a menos. La triste realidad es que no se ven policías en las calles por el déficit que tenemos de agentes».
Por el contrario, Nalda aseguró que desde enero «se ha aumentado el número» de efectivos que los fines de semana «acuden a las zonas de mayor afluencia de botellón con la intención de disuardir a los jóvenes que llegan con las bolsas de la bebida». No obstante, el concejal reconoció que no todos los jóvenes que se topan con los agentes terminan siendo disuadidos: «El botellón es difícilmente evitable, no se consigue que todos los jóvenes se vayan a casa, pero sí que se reúnan en zonas aisladas y en grupos pequeños». Lo que, en definitiva, «perturba en menor medida», apuntó Nalda.
Ricardo Alea | Asociación vecinal de Cañadío
El macrobotellón que tuvo lugar en la playa de los Peligros, Mataleñas y hasta el faro durante la noche del 27 de septiembre -y que dejó más 700 kilos de basura en la arena de Los Peligros entre botellas de cristal, plástico y latas- hizo saltar la alarmas entre las autoridades municipales. El Consistorio anunció entonces «un refuerzo de las medidas de control del botellón» para evitar que se reprodujera una imagen tan lamentable de las principales playas de la ciudad.
Desde entonces, se han registrado 161 denuncias por parte de la Policía Local por consumo de alcohol en la calle. En concreto, el pasado fin de semana se pusieron 66 en una decena de controles anti-botellón durante las noches del viernes y el sábado. Las zonas donde los agentes detectaron mayor afluencia de jóvenes fueron el aparcamiento de la playa de El Camello, Gamazo; el parque de Reina Victoria, las escaleras de la calle La Unión, el parque de Menéndez Pelayo y el entorno del funicular de Río de la Pila. La Policía puso también varias denuncias por miccionar y ensuciar la vía pública.
Los días previos al macrobotellón de finales del mes pasado también se realizaron controles de vigilancia. El mayor número de expedientes se tramitó los días 6 y 7 (viernes y sábado) cuando hubo un total de 86 denuncias como resultado de 19 operaciones en zonas dispersas de la ciudad. Las multas oscilan entre los 18 euros para los menores y los 36 en el caso de que sean mayores de edad.
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