Un desprendimiento de rocas obliga a cerrar una zona de la playa de Mataleñas

El pasado domingo, una dotación del Cuerpo de Bomberos de Santander acudió a revisar el desprendimiento de rocas en la cara este de la playa de Mataleñas, en Santander. Se balizó la zona afectada y, según han revelado los bomberos, no se ha apreciado «riesgo inminente» de nuevos deslizamientos en el arenal. De este modo, se puede seguir acudiendo a esta playa, que no ha sido cerrada, informa el Ayuntamiento de Santander, aunque sin invadir la zona que ha quedado acotada.

El siguiente paso es la revisión que llevarán a cabo los profesionales de la Demarcación de Costas para poner en contexto este desprendimiento. «El Ayuntamiento de Santander correctamente ha señalizado la zona, tal y como le corresponde hacer, y ahora personal técnico de la Demarcación de Costas se desplazará a la zona y emitirá informe, aunque todo apunta a que la caída de ese bloque del acantilado es por un proceso natural de erosión», indican desde este organismo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y con competencias sobre este tramo.

No es la primera vez que los técnicos de la Demarcación acuden a Mataleñas para analizar un desprendimiento de este tipo. A finales del año 2012, por ejemplo, cuatro grandes bloques de piedra cayeron sobre la arena. Los técnicos de Costas revisaron en ese momento la zona y su conclusión, al igual que ya se recogía un informe elaborado en el año 2000, es que este tipo de sucesos son «posibles y probables» en esta playa, donde buen parte de las paredes de roca y arcilla ya están cubiertas con mallas metálicas y otros elementos de protección.

En alguna otra ocasión, los deslizamientos han causado desperfectos en el pavimento o en la escalera que da acceso a la playa, lo que ha obligado a rehabilitar la zona.

La naturaleza del paisaje tiene que ver con anteriores episodios de desprendimientos. Mataleñas es una playa con forma de semicírculo, rodeada por acantilados y vegetación. Es una de las playas más singulares de la capital de Cantabria, una de las más 'salvajes', si se quiere.

En los últimos días, luego de que los arenales se hayan reabierto al público en virtud del plan de 'desescalada' del Gobierno central, los santanderinos han vuelto a Mataleñas, subiendo y bajando su larguísima escalera -es el único acceso a la playa: más de 150 peldaños que podrían explicar que se conserve, más o menos, intacta-, extendiendo sus toallas y abriendo sus sombrillas a dos metros de distancia de vecino, tal y como indica la norma. Los días soleados han contribuido a llenar los arenales de Santander y Cantabria. Ha sido una de las primeras imágenes que ha reflejado la vuelta al espacio público de los ciudadanos.

En el informe que se realizó hace 20 años ya se señalaban las causas naturales que ahora, intuye la Demarcación de Costas, vuelven a estar detrás del desprendimiento de este bloque de roca: «Teniendo en cuenta la naturaleza, estratificación y grado de erosión de los acantilados, con independencia de cualquier medida que se adopte, existe la posibilidad de que se produzcan nuevos desprendimientos en cualquier lugar, tanto en la zona que bordea a la playa como a lo largo del sendero existente».

A tenor de las primeras impresiones de la Demarcación, las razones serían ahora las mismas. En cualquier caso, el informe que realicen los técnicos de este servicio concretará los motivos o la necesidad de realizar algún tipo de intervención extra.