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Cecilia Montero ha pasado por varias fases durante los cinco años que ha estado desempleada. Realizó un curso de administrativa y a pesar de que buscó trabajos relacionados dentro del sector, no hubo forma. Ahora, con 44 años, echa la vista atrás y entiende que ... su edad «nunca» le ha ayudado. Algo que le generó «mucha frustración». Incluso llegó a pensar que no volvería a trabajar. Sin embargo, durante los próximos seis meses estará en la Agencia de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Santander. «Es una oportunidad y un impulso para mi trayectoria profesional». Ella es una de las 56 personas en paro que el Consistorio, gracias a la financiación del Gobierno de Cantabria, ha contratado a cargo de la convocatoria de corporaciones locales.
Este programa comenzó en 2022 con carácter bianual y en su primera fase, con una dotación de 2,3 millones de euros, se formalizaron otros 78 contratos. Esta segunda etapa dio comienzo el 1 de noviembre y finalizará el 30 de abril de 2024 en la unidad correspondiente a personas desempleadas en general, mientras que lo hará el 31 de marzo de 2024 en la relativa a personas desempleadas de larga duración.
Ayer, en el salón de recepciones del Ayuntamiento, donde la alcaldesa, Gema Igual, dio la bienvenida a los participantes, las caras eran de felicidad, pero también de nervios. Muchos nervios. Es el caso de José Luis Díez, un ingeniero de Caminos que hace diez años se vio obligado a abandonar su sueño por la crisis económica que asoló el país. «Se paralizaron todas las obras públicas», lamenta. Desde entonces, no le quedó otra que buscarse la vida, siempre con el objetivo de retomar la profesión que le apasiona. Fue autónomo, reformó algún piso por su cuenta y también fue el encargado de un aparcamiento del centro de la ciudad. Ahora, con 49 años, vuelve a recuperar la esperanza. «A pesar de las piedras que me he encontrado en el camino, nunca perdí el foco», relata. Desde hace un mes trabaja en el servicio de Vialidad del Ayuntamiento. «Junto a mis compañeros valoramos las ofertas técnicas de algunas obras que se van a realizar en Santander», comenta.
Cecilia Montero, 44 años «Es una oportunidad y un impulso para mi trayectoria profesional»
José Luis Díez, 49 años «A pesar de las piedras que me he encontrado nunca perdí el foco»
Antonio Revilla, 50 años «He sido de todo. Fui camarero e incluso tuve un bar que cerró»
María Diego, 30 años «Compagino el trabajo en los centros cívicos con la oposición»
Otro que no ha parado de buscarse la vida es Antonio Revilla. Con 50 años ya cumplidos, cree que es un afortunado por no haberse sentido «abrumado» ante la falta de trabajo. «He sido de todo. Fui camarero e incluso tuve un bar que cerró», comparte. Ahora, tras casi un año parado, afronta una nueva etapa en el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento santanderino. «Esta oportunidad me viene genial porque estudié para ser administrativo y también informático y nunca me había surgido nada en estos campos».
La más benjamina del programa es María Diego, profesora de Educación Primaria. Tiene 30 años y ya se ha presentado a las oposiciones para ser maestra en dos ocasiones. «He trabajado como interina pero actualmente estaba en paro», señala. Consciente de que la vida del opositor «es muy dura», aprovecha cada oportunidad que se le presenta. «Ahora compagino el trabajo como monitora en los centros cívicos con la oposición», explica.
El programa cuenta con cuatro proyectos en los que participan diferentes servicios del Ayuntamiento, como Servicios Sociales, con la contratación de dos educadores sociales, cuatro trabajadores sociales, tres auxiliares administrativos y un animador sociocultural. Además, en el área de Participación Ciudadana se han incorporado siete auxiliares administrativos, cinco monitores de ocio y tiempo libre, dos guías del jardín vertical en el centro cívico de Tabacalera y un técnico sociodeportivo, además de cuatro técnicos superiores en informática que atenderán los talleres de formación en diferentes telecentros.
En el área de Empleo, Emprendimiento y Desarrollo empresarial se incorporan siete jardineros para trabajar en la Peña de Peñacastillo, tres auxiliares administrativos, una administrativa, un técnico en informática y una psicóloga. Asimismo, se incorporan empleados para la Oficina de Fondos Europeos; un técnico en marketing y publicidad en la Oficina de Juventud; dos informadoras turísticas en la Oficina de Turismo; dos visitadoras comerciales en el área de comercio, un administrativo en el Archivo Municipal y un técnico en logística en el departamento de compras.
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