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Primero procedieron a la detención de una mujer. Por amenazar a varias chicas en el exterior de un establecimiento hostelero y, posteriormente, por proseguir con las amenazas ante los agentes que acudieron al lugar. Luego, algo más tarde, el que se fue detenido fue un hombre por saltarse la orden de alejamiento que tenía sobre su expareja, con la que se encontraba en la calle. Los dos hechos figuran en el parte policial de la pasada madrugada en Santander.
La primera actuación se produjo sobre las tres de la mañana en la calle Isaac Peral. La mujer, de 43 años, se encontraba fuera de un local de hostelería en una actitud «alterada y agresiva», gritando, insultando y amenazando a tres chicas. Además, se negó reiteradamente a identificarse ante los agentes, a los que también insultó y amenazó con agredirles. Tras persistir en su actitud, negándose a cumplir las órdenes de los policías, se procedió a su detención, a la que opuso resistencia, lanzándoles codazos y empujones, según informa Europa Press. Por todo ello, se instruyeron contra ella diligencias judiciales por un supuesto delito de desobediencia grave.
La segunda intervención tuvo lugar sobre las cinco en la calle Benidorm. Allí se personó la Policía tras conocer que el conductor de un turismo estaba tocando el claxon continuamente, gritando y causando molestias al vecindario. Finalmente se le identificó y detuvo al tener en vigor una orden de alejamiento hacia su expareja, dictada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Santander, que le prohíbe comunicarse y aproximarse a menos de 300 metros de la víctima, de su domicilio o de su lugar de trabajo. Pese a todo esto, se encontraba con ella y otros dos hombres junto al vehículo. Así, se instruyeron diligencias judiciales por un supuesto delito de quebrantamiento de condena. Y a partir de ese momento, indican fuentes policiales, la víctima seguirá siendo asistida por agentes pertenecientes a la Unidad de Protección de Víctimas de la Policía Local.
Por otro lado, a primera hora del viernes se instruyeron diligencias en calidad de investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial contra el conductor de un patinete eléctrico, un menor de 15 años, por carecer del permiso para circular con este tipo de vehículos, al superar la potencia máxima y la velocidad de 25 kilómetros por hora. El chico fue interceptado en la calle Gerardo Diego durante un control policial y los hechos se pusieron en conocimiento de la Fiscalía de Menores.
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