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El reloj no había alcanzado aún las diez de la mañana de este sábado. Dos agentes de la Policía Local de Santander estaban realizando una intervención en la calle Tomás y Valiente –cerca de El Corte Inglés– cuando vieron un coche circular en dirección prohibida. ... En un inicio pensaron que podía tratarse de un despiste, por lo que hicieron señales al conductor para que se detuviera; pero lejos de aminorar la marcha, el hombre pisó el acelerador. Fue entonces cuando comenzó una persecución tan espectacular que podía haber encajado en una película.
El turismo subió por el puente elevado sobre la S-10, que a la izquierda conecta con la Ciudad del Transportista y a la derecha con la autovía A-67 en dirección a Torrelavega; y el conductor –un vecino de Muriedas, de 41 años– decidió seguir hacia la capital del Besaya, pero en el sentido contrario de la vía, probablemente pensando que con ello iba a disuadir a los agentes en su intento de perseguirle. No fue así.
El coche patrulla pidió refuerzos y con las sirenas puestas empezó a acercarse al kamikaze, que circulaba esquivando a todos los coches que venían de frente. En uno de los volantazos, a la altura de Las Presas (Camargo), rozó a un turismo, lo que le hizo perder el control y chocar contra la mediana.
Aun así, el conductor, lejos de cejar en su empeño o de mostrarse aturdido por el golpe, huyó corriendo del vehículo, dejando en su interior a su pareja, una mujer de 40 años, también de Muriedas. Mientras unos agentes se hacían cargo de la situación en la carretera y controlaban el tráfico para evitar más accidentes, los otros salieron corriendo tras el kamikaze hasta que lograron darle caza.
Pero todavía había más sorpresas reservadas. Los policías comprobaron que el hombre detenido no tenía carné de conducir, por lo que, además de imputarle un delito por conducción temeraria, le sumarán cargos contra la seguridad vial.
A esto hay que añadir que al realizarle la pertinente prueba de alcohol y drogas, dio positivo en THC (cannabis); y que al interrogar a su pareja, confesó que habían robado el coche hacía ocho días en un concesionario de Santander. Los agentes trasladaron al hombre a Valdecilla para ser atendido, y ambos, también su pareja, han sido puestos a disposición judicial.
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