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Un individuo de 33 años de edad, con las iniciales H.R.S. y con múltiples antecedentes, ha sido detenido después de forzar y desvalijar una treintena de trasteros en edificios situados en los barrios de Nueva Montaña y Peñacastillo.
Estos robos se venían produciendo desde hace casi un año, que fue cuando la Jefatura de la Policía Nacional comenzó a recibir denuncias por motivos muy similares de vecinos de estas zonas de Santander. Y así fue cómo empezó la bautizada como 'Operación Lapin', para investigar estos robos con fuerza que apuntaban a que los estaba cometiendo una misma persona. Se hizo cargo de las pesquisas el Grupo Segundo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (U.D.E.V.-2), perteneciente a la Brigada Provincial de Policía Judicial. También intervino la Policía Científica aportando informes periciales para resolver los hechos.
Los agentes constataron que en todos los robos se seguía un mismo modus operandi: el sospechoso forzaba las puertas de los trasteros de los inmuebles mediante una patada en la parte inferior y, una vez abierta, se apoderaba de bicicletas, patinetes eléctricos y todos aquellos efectos de valor que encontraba en los trasteros violentados.
Tras las labores de investigación, los agentes consiguieron identificar al sospechoso de estos robos con fuerza, resultando ser H.R.S., de 33 años de edad. Fue localizado y detenido el pasado 20 de enero y, tras ser puesto a disposición judicial, el juez ordenó su ingreso en prisión.
La Policía Nacional considera que con esta detención se ha conseguido «restablecer la tranquilidad a la zona afectada, ya que los robos habían causado preocupación entre los vecinos de los edificios, dándose la circunstancia de que en alguno de ellos fue objeto de robo en más de una ocasión».
Y lanza una serie de recomendaciones para evitar ser víctimas de este tipo de delitos:
1-Tener en cuenta que la llave en el ascensor hace más seguro el acceso a los trasteros.
2- Se recomienda instalar puertas de seguridad acorazadas en viviendas, trasteros o zonas comunitarias, así como bombines «antibumping».
3- Un cerrojo adicional en la puerta de su trastero puede constituir una importante herramienta disuasoria.
4- Cambiar de bombín por otro con certificado de calidad, consultando a profesionales acreditados de las diferentes materias de seguridad.
5- La comunidad de vecinos puede asumir medidas de seguridad como la instalación de puertas de seguridad en accesos a trasteros y portales.
6- En todo caso es importante la implicación personal de todos los vecinos de la comunidad, de cara a prevenir la intrusión en sus instalaciones.
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