Detienen y dejan en libertad a uno de los tres agresores de los porteros del Sümmum

Según han relevado a este periódico fuentes cercanas a la investigación, fue el pasado 22 de diciembre cuando los agentes localizaron a uno de los implicados, de 24 años, en la «brutal agresión», cuando se encontraba ingresado en el Hospital Valdecilla. Tras el aviso se personaron en el centro hospitalario y procedieron a su detención y custodia hasta el día siguiente, que es cuando lo pusieron a disposición judicial del Juzgado de Instrucción Nº5 de Santander (en funciones de guardia) por un presunto delito de lesiones.

Durante la preceptiva comparecencia, la Fiscalía interesó la libertad del investigado, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes, «al haber sido identificado por varios de los testigos de los hechos como uno de los agresores que, sin utilizar arma blanca, propinó diversos golpes a uno de los lesionados».

Según recoge la Policía Nacional en uno de sus atestados, este investigado, «si bien durante unos instantes intenta sujetar a sus dos acompañantes, finalmente y cuando sale a la calle el portero (que sufrió heridas más graves), comienza a agredirle brutalmente con puñetazos y patadas».

A la vista de la solicitud del Ministerio Público, la magistrada Mercedes Compostizo decidió dejar en libertad con cargos al detenido, que se acogió a su derecho a no declarar.

Sin embargo, una de las acusaciones particulares ha solicitado la nulidad del auto de libertad. «Al no comunicarse nada a las partes personadas se nos sustrajo la posibilidad de intervenir en la diligencia, privándonos de nuestro derecho a intervenir y solicitar las medidas oportunas en relación con la situación personal del detenido». El letrado de uno de los agredidos considera que se ha «violentado el derecho a la tutela judicial de las víctimas en este asunto». «Los hechos investigados son de una gravedad extrema, se trata de un individuo que junto a otros dos acompañantes intentaron acabar con la vida de los denunciantes. Incomprensiblemente se ha puesto en libertad a un individuo que se encontraba huido de la justicia, que fue detenido en Valdecilla, según se nos ha manifestado extrajudicialmente, y que se ha negado a declarar en relación con los hechos que se le imputan».

A juicio de esta acusación particular, el detenido «es un elemento fundamental de la investigación, quien ha podido tomar conocimiento íntegro de la misma y ahora facilitar todo tipo de información a sus compañeros, huidos igualmente de la Justicia».

El caso es que han pasado cuatro meses y medio desde los hechos y la Policía Nacional, que descarta solicitar la colaboración ciudadana, no ha dado con el paradero de los otros dos agresores. Uno de ellos está acusado de la presunta agresión, en mayo de 2022, a un celador y un médico residente en el centro de salud de Los Castros (Santander), que entre otras secuelas sufre una pérdida de visión en el ojo derecho del 50%.

El Juzgado también investiga por presuntas amenazas a otro joven que se personó en la discoteca al fin de semana siguiente de la agresión portando «un hacha de grandes dimensiones» e interpelando a los porteros por el incidente que tuvieron. «¿Qué pasó la semana pasada?», preguntó el joven. «Tira eso, tira eso», le contestó uno de los porteros. «Vengo de buenas», afirmó el chaval, para, a continuación, darse media vuelta y volver al coche del que se había bajado.

Una vez que fue identificado por la Policía Nacional, el joven se personó en dependencias policiales para dar su versión de los hechos. Según declaró su intención era saber qué había pasado el fin de semana anterior, «ya que a él le gusta estar enterado de ese tipo de sucesos». «Que el motivo de llevar el hacha es porque lo tenía dentro del coche y como quiera que tenía miedo a que se lo pudieran robar, es por lo que se lo llevó consigo, ya que es nueva y bastante cara, pero que en ningún momento fue su intención amenazar a nadie». Además, afirmó que no conoce ni tiene ninguna relación con ninguno de los implicados en la agresión por la que preguntaba, «solamente quería saber qué había pasado».