Doce horas mano a mano con los Reyes Magos en Santander

«Os hemos visto y sabemos que os habéis portado muy bien y que os habéis esforzado en el colegio. Los camellos están cargados con vuestros juguetes, que repartiremos en vuestras casas esta noche. Iros pronto a dormir para mañana poder jugar», recomendaba el rey Gaspar.

Entre los niños más pequeños que visitas a los Reyes, se encuentra Yera, una pequeña de dos años que aguardaba inquieta la cola. «Esta niña ha nacido en la pandemia, por lo que no ha vivido una cabalgata tradicional en directo. Es una pena que se les prive de ello a estas nuevas generaciones. Por eso, tener esta alternativa es una opción buenísima para que le ponga cara a los Reyes Magos y pueda vivirlo más intensamente», explicaba su abuela.

El comité organizador de la Cabalgata volvió a organizar un montaje similar al del año pasado, «pero mejorando la música, la iluminación y la puesta en escena porque el año pasado fue más improvisado y dispusimos de menos tiempo de reacción», explicó a la web de El Diario Montañés uno de los coordinadores del evento. «Esta vez nos hemos preocupado de que cada espacio del recorrido tenga personalidad propia».

A las nueve de la mañana empezó el primer pase para saludar a Sus Majestades de Oriente y continuará hasta las nueve de la noche. Una larga cola se formaba a la entrada de la catedral hasta casi la plaza de Alfonso XIII, pero todas las familias que han acudido aseguran que «merece la pena» y «agradecemos el esfuerzo para que los niños vivan esta experiencia». Personajes infantiles amenizan la espera y se han habilitado corrales con ovejas y llamas en la puerta de acceso. Además del espectáculo que ocupa el interior del claustro, nueve de las 14 carrozas pueden visitarse en los Jardines de Pereda. Las tres carrozas reales están en la plaza de Alfonso XIII.

Los pequeños acceden a un recorrido por el claustro de aproximadamente 10 minutos, en grupos reducidos de tres niños, máximo, acompañados por un solo adulto. Es obligatorio el uso de la mascarilla y, cuando se trata de los más pequeños, es recomendable «en la medida de lo posible», pero la realidad es que todo el público lo cumple, así como todas las medidas de distancia social y entrada y salida del circuito de una forma ordenada.

El Ayuntamiento de Santander ha facilitado 5.100 pases, que son gratuitos y que fueron asignados en estricto orden de solicitud, a través de Internet. La mayoría de los padres que lograron un pase estuvieron muy puntuales, conectándose a las cuatro de la tarde del pasado lunes. Dos horas y media después, ya estaban todas las entradas agotadas.

La concejala de Dinamización, Lorena Gutiérrez, ha destacado «el gran esfuerzo» realizado, ya que en ciudades más grandes, como Madrid, se han facilitado 7.000 pases, lo que en términos comparativos «deja en buen lugar a Santander», ha apuntado.

Lo importante es que los pequeños de cada casa puedan vivir la magia de los Reyes Magos, a pesar de la pandemia, algo que para los visitantes de esta recepción estática en Santander «es un objetivo conseguido y muy bien organizado».