El edil de Hacienda de Santander apoya el espionaje en Cataluña: «La única con un par de ovarios es Margarita Robles»

El Pleno empezó a embarrarse cuando salió el tema de los Presupuestos prorrogados. Como no están aprobados los de 2022, hay asuntos que tienen que aprobarse en sesión plenaria en vez de poder iniciarse automáticamente. «Estamos así porque Santander es la única capital de provincia que no tiene Presupuesto. No pueden decir que no es importante no tenerlo porque su presidente en Andalucía acaba de adelantar las elecciones por eso mismo», apuntó el portavoz socialista Daniel Fernández.

La situación está paralizada porque el equipo de gobierno (PP-Cs) sólo puede negociar con Vox, el único grupo que presentó enmiendas parciales, y no a la totalidad, a su borrador. Y la condición de Guillermo Pérez-Cosío para apoyarlos es que el PP retire el recurso que presentó contra el acuerdo plenario donde se decidió crear las comisiones de investigación. Así, la alcaldesa Gema Igual está esperando a que el juez se pronuncie y, en caso de que no acepte su recurso, tendrá vía libre para negociar con Vox y sacar por fin el Presupuesto adelante. «Estamos así en Santander porque ustedes han antepuesto sus intereses de partido al interés general de los santanderinos», continuó Fernández.

En su turno de palabra, González Huergo recuperó el tema de las modificaciones presupuestarias, pero también respondió al socialista calificando de «calaña» a los socios del PSOE en el Gobierno de España. Así, en su siguiente intervención, Fernández sugirió que el concejal de Economía «está más próximo a Guillermo Pérez-Cosío que a la gente de su bancada en algunas de las manifestaciones que hace. Dice que nosotros acordamos con calaña, pero en estos momentos la única calaña que hay en este país y creo que es unánime son el señor Medina y el señor Luceño».

Y González Huergo explotó. Ya se desentendió del debate presupuestario para centrarse en la discusión: «Voy directamente a lo de la calaña. Los bilduetarras no son calaña, son directamente asesinos los que les apoyan a ustedes. Su china en el zapato se llama Podemos. A nivel nacional, la única ministra que tienen ustedes con un par de ovarios se llama Margarita Robles, porque ha dicho lo que tenía que decir. Unos señores que juegan a ser independientes, no, no les vamos a espiar (con ironía). Pues claro que hay que espiarles, cómo no. ¿Unos señores que quieren romper el Estado? Por supuesto. Y esa calaña es la que les protege a ustedes y quienes les apoyan. ¿Me va a decir usted si yo tengo más afinidad con Pérez-Cosío o no? Eso será cosa mía, estoy en el PP, soy del PP y moriré del PP. Otra cosa es que haya temas en los que se coincida, también puedo coincidir en algo con usted».

Los regionalistas de Santander llevaron una moción en la que exigían al Ministerio de Transportes la rehabilitación integral de la calle Jerónimo Sainz de la Maza –su actual propietaria– y la posterior cesión a Santander. La propuesta salió adelante de forma unánime y el concejal socialista Néstor Serrano aprovechó para anunciar que el Ministerio ya contempla invertir 4,6 millones de euros para la renovación de las carreteras nacionales 634 y 611 a su paso por el municipio de Santander. La primera es Jerónimo Sainz de la Maza y la segunda, la que une Cajo y Campogiro. La Dirección General de Carreteras tiene los proyectos en redacción y espera la licitación para este 2022. «Va a ir rápido porque es un programa estatal y está financiado con fondos europeos», aseguró Serrano.

Todos los grupos de la Corporación decidirán qué nombres sustituirán las denominaciones franquistas que aún poseen 15 calles de Santander. El concejal de UxS Miguel Saro llevó una moción para urgir el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que salió adelante con 14 votos a favor. Así, la intención es llevar las propuestas del equipo de gobierno –consensuadas con vecinos y asociaciones– a la Comisión de Cultura y debatir con el resto de partidos las denominaciones. La concejala de Turismo Miriam Díaz apuntó que se cumplirá la ley «desde la normalidad y causando el menor daño a los vecinos». Ya que son 16.421 personas quienes viven en las calles afectadas. «Cada cambio es un procedimiento, ¿Cómo se hace? ¿A la vez?», cuestionó. A lo que Saro respondió que ya habían tenido «quince años para hacerlo».