Este asiento, que no es remunerado, le ha correspondido a Pérez-Cosío para contrariedad de Saro, que aseguró a este periódico que ha denunciado la situación por los canales municipales internos y que cree «importante» que este asunto se arregle cuanto antes. Según indicó Saro, ha hecho saber su oposición a que el edil de Vox ocupe este espacio en dos ocasiones de forma oficial y piensa seguir reivindicándolo.
Aunque el tiempo ya se le ha echado encima. La próxima reunión de este patronato se celebrará el próximo día 23, a las 14.00 horas, y está previsto que en él se designe al próximo máximo responsable directo ya que Marcos Díez, su director, abandonó la Fundación en junio. Tanto a Saro como a Pérez-Cosío les interesa tener voz y voto en este organismo por que por él pasan gran parte de las iniciativas culturales que se programan en Santander. «No me apetece que Vox tenga esta herramienta para revolver», señaló el concejal de UxS, quien hace un par de meses vio con estupor la iniciativa de su compañero de grupo cuando aquel arremetió contra una performance concreta: la que recreó en las caballerizas del Palacio de La Magdalena una foto de 1938, momento en que el lugar era un campo de concentración. Fue una asociación la que convocó esta acción, pero había tenido el visto bueno de la Fundación. También Pérez-Cosío quiere voz en Santander Creativa ya que, desde que llegó al Ayuntamiento, ha querido trabajar en el ámbito cultural.
El problema que trasciende ahora arranca hace unos meses, cuando se repartió la presencia de ambos en las sociedades públicas municipales. Entonces, Unidas por Santander se quedó con la representación en el SMTUS (la empresa que gestiona el transporte público), la Fundación de Servicios Sociales, la Sociedad de Vivienda y Suelo de Santander (SVS) y Palacio de La Magdalena. Vox, por su lado, aceptó representar al Mixto en el Instituto Municipal de Deportes (IMD), la empresa Plaza de Toros y Santurban, la sociedad que gestiona la Agencia de Desarrollo.
Es decir, UxS se quedó con cuatro sociedades y Vox, con tres. De ahí que cuando fue necesario nombrar a un edil para el patronato de la FSC, Pérez-Cosío «se la atribuyera diciendo que le tocaba a él», narró Miguel Saro, que no está de acuerdo ni con la forma en que se tomó la decisión, ni con que el concejal de Vox represente al Grupo Mixto en ese órgano. «Esto crea un conflicto y yo lo he hecho saber, porque quiero estar en ese patronato», insistió el portavoz de Unidas por Santander quien también lamentó que las conversaciones para dividir en dos grupos unipersonales el Mixto actual «están totalmente paradas», algo que, en este caso, cree que le está perjudicando.
Pérez-Cosío señaló, por su parte, que Miguel Saro «tenía que haber previsto» que sería necesario un representante para la Fundación Santander Creativa cuando se hizo con asientos en cuatro sociedades municipales (y le dejó a él solo tres). «Si para los dos era tan importante como es, tenía que haberlo valorado. Ahora dice que no es comparable estar en Palacio de La Magdalena o la Fundación de Servicios Sociales, pero en su día la presencia en las sociedades fue negociado». El portavoz de Vox admitió que existe «discrepancia» entre ambos al tiempo que señalaba que él ha ofrecido a Saro fórmulas de participación que ha rechazado. «Le propuse, por ejemplo, ir yo a este patronato dos años y él otros dos, pero se ha negado».
Pérez-Cosío: «La división está cerca»
Pérez-Cosío se mostró optimista, sin embargo, sobre que el conflicto se pueda resolver en breve. En su opinión, vendrá de la mano de la separación que ambos concejales están esperando. «Yo veo cerca un acuerdo con la secretaría del Ayuntamiento» para dividir en dos el Mixto, de forma que Vox vaya oficialmente por su lado y Unidas por Santander por el suyo, cada uno en un grupo unipersonal. Estos ahora no son posibles porque lo impide el Reglamento del Pleno, que tendría que modificarse.
Según indicó el edil de Vox, la secretaría municipal solo ha planteado al respecto cuestiones de matiz y letra pequeña. «Nosotros hemos dejado muy claro que no queremos ser gravosos para el Ayuntamiento y no vamos a pedir ni más medios, ni más personal auxiliar, ni que se nos abone la exclusividad completa como portavoces« (ésta, en la actualidad, se la reparten). »Lo único que queremos es tener, cada uno, nuestra propia identidad».
Pero la operación tiene que ser aprobada en Junta de Gobierno Local y, en estos meses, el PP no ha mostrado un gran entusiasmo por ella pese a que el equipo de gobierno facilitó medios por separado para trabajar desde el primer momento. Autorizar la existencia de grupos unipersonales supone modificar el Reglamento del Pleno del Ayuntamiento de Santander y revisar la representatividad de los grupos en todos los foros en que deben participar los concejales. Sólo podrá hacerse con el respaldo de la mayoría de la corporación, que lo debe aprobar en Pleno.
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