Eduardo Gómez Rodríguez, «un hombre increíble»

Antonio Soler*

Jueves, 1 de septiembre 2022 | Actualizado 07/10/2022 10:07h.

Eduardo Gómez Rodríguez nació en Pontones el 27 de junio de 1969. Hijo de Ismael y María Antonia. Estudió Primaria en el colegio público de su pueblo, el Bachillerato en el IES Virgen del Puerto de Santoña y la licenciatura en Historia en la Universidad de Cantabria. Tras aprobar las oposiciones de profesor de instituto de Geografía e Historia, impartió clases durante dos años en el IES San Miguel de Meruelo, unos veinte en el IES José María Pereda de Santander –donde fue jefe de estudios adjunto de Bachillerato–, y los últimos cuatro en el IES Santa Clara. Desde 2013 a 2015 fue secretario general de la UNED a propuesta del Gobierno del PP. Dio también clases, durante cuatro cursos, en el programa sénior de la Universidad de Cantabria.

Allá donde estuvo fue siempre muy querido por sus compañeros y sus alumnos. Así lo definía una exalumna: «era una persona única, magnífica, excepcional, humilde, amable, simpática, honrada, inteligente, lista y muy querida por todos. Un profesor que tenía tanto amor a sus alumnos y a su profesión. Siempre hacía lo mejor para ellos y siempre ayudaba a los demás. Siempre tan elegante y formal. Era un hombre increíble».

Eduardo destacó en todos los sitios por su gran laboriosidad, inteligencia, trato cordial, sentido del humor y bonhomía.

Después de tres meses de serias molestias, un diagnóstico erróneo de Atención Primaria que no detectó el tumor y la descuidada intervención de un especialista, tuvo que acudir al servicio de Urgencias de Valdecilla el pasado 28 de junio ante la firme insistencia de familiares y colegas. Ya era tarde, pese a recibir desde entonces un trato espléndido en el gran hospital de Cantabria.

Estuvo ingresado dos meses en el servicio de oncología, donde falleció el 29 de agosto de 2022, después de haber recibido los Santos Sacramentos. Era un católico de firmes convicciones, amante de la belleza de la liturgia bien cuidada y de los himnos gregorianos. Estoy seguro de que seguirá ayudándonos desde un cielo bien merecido. Descanse en Paz.

*Antiguo compañero en el IES José María Pereda