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Media hora antes del inicio del acto, Pablo Zuloaga deambulaba nervioso y sonriente por la entrada del aparcamiento donde dentro de dos años y medio se ubicará el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac). «¡Qué alegría, con todo lo que nos ha costado!», ... no paraba de repetir el vicepresidente regional y consejero de Cultura mientras repartía abrazos y apretones de manos. Este viernes se colocó la primera piedra. El principio del final de un largo camino iniciado hace décadas. De hecho, el debate del «dónde» y del «cuándo» fue el hilo conductor de las intervenciones de los cuatro participantes en el acto: el presidente regional, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente Zuloaga; la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones; y la alcaldesa de Santander, Gema Igual. Todos hablaron de «día histórico» y se felicitaron por la colaboración mutua simbolizada en una urna de metacrilato que enterraron y que encerraba dos periódicos (El Diario Montañés y otro de tirada nacional), una infografía, una lámina de cómo quedará el edificio y trozos del mural de la pared de lo que ahora es sólo un aparcamiento.
Todo fueron palmadas en la espalda aderezadas con algún que otro velado reproche. Los asistentes también lucían sonrisa. «Vaya chalé te vamos a hacer», comentaban cariñosamente a Roberto Ontañón, director del museo. El acto fue sencillo. Una tarima con un atril para los discursos, 94 sillas para que se sentasen los invitados y la prensa, un agujero rectangular excavado en el suelo para introducir la urna y cuatro palas nuevas a estrenar apoyadas en la pared para rellenar con la arena amontonada en una pila.
Las caras de los políticos reflejaban la intensidad del camino recorrido. «Al comienzo de la legislatura le dije al vicepresidente que, además de las competencias que iba a a asumir en las ramas de su consejería, tenía que adquirir el compromiso de iniciar el Mupac antes del final de la misma», relató el presidente Revilla durante su alocución. Porque las tres cartas a las que se ha jugado el bipartito PRC-PSOE su trabajo y su carta de presentación ante la ciudadanía antes de los próximos comicios de mayo son el Museo de Prehistoria y Arqueología, el polígono de La Pasiega y la llegada de la protonterapia al Hospital Valdecilla. «Por eso tengo que felicitar al vicepresidente por haber podido atender esta súplica que le hice», recalcó.
«Hoy damos el primer paso de no retorno», afirmó nada más comenzar su discurso Pablo Zuloaga. «El mejor futuro de Cantabria está detrás de un proyecto como este», subrayó. La obra estará lista en un plazo de 30 meses, según refleja el contrato del proyecto firmado a finales del pasado mes de enero con la empresa Dragados. Del coste total de 45 millones, 22 están consignados en los Presupuestos Generales del Estado
Precisamente la financiación fue otro de los puntos tratados por Revilla, que agradeció especialmente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, «su sensibilidad». Como explicó, en un principio la aportación estatal era la mitad, 11 millones, cantidad que se ha acabado doblando tras el visto bueno de la ministra. «Es algo muy poco habitual», subrayó Revilla. De ahí, su gesto.
«Hoy es un día de júbilo», añadió Zuloaga antes de apostillar: «Estar hoy aquí de la mano del Ayuntamiento de Santander y del Gobierno cántabro y de España es un éxito para la ciudadanía de la región». También hubo agradecimientos para el anterior consejero de Cultura, Francisco Fernández Mañanes, que estaba presente en el acto.
La alcaldesa de Santander abrió los parlamentos. «El Mupac va a tener un edifico con enjundia, el que se merece», afirmó rotunda. «Nunca debió haber un debate sobre dónde debía estar. Es bueno para Santander que esté aquí y es bueno para el Mupac que esté en Santander», subrayó Gema Igual. «Cuando se quiere, se puede», culminó. Unas palabras que fueron contestadas acto seguido por la delegada del Gobierno. «Del Mupac muchos han hablado y prometido y se han manifestado tras pancartas para que se quede en Santander, pero sólo unos pocos han hecho lo posible para lograrlo», señaló Ainoa Quiñones antes de reivindicar en tono preelectoral «el compromiso» del presidente Pedro Sánchez «con Cantabria».
Tanto la alcaldesa como el presidente del Gobierno incidieron en lo que será el futuro anillo cultural. Dentro de dos años y medio, Santander contará con un circuito a lo largo del Paseo Pereda que formarán el Centro Botín, el Museo Reina Sofía y Archivo Lafuente, el del Banco Santander y el Mupac. «Todo esto, en apenas veinte minutos, a lo que hay que añadir que discurrirá junto a la mejor bahía, por lo que será inigualable e imbatible», afirmó Revilla. Otra de las cualidades del Mupac, según Zuloaga, es que «ayudará a solventar la estacionalidad del turismo» en la región.
La futura infraestructura, que se levantará en el solar de Puertochico, contará como espacios más significativos los dedicados a la exposición permanente y a las muestras temporales. Además están contempladas las áreas públicas que incluirán un gran auditorio, restaurante y tienda, o la biblioteca del museo.
La construcción se abordará sobre una superficie de casi 20.000 metros cuadrados, 12.000 para el museo y el resto se reparte entre el inmueble administrativo, que dará cabida a 300 empleados públicos y el aparcamiento. El proyecto de urbanización contempla ampliar la calle Barcelona y la parte baja de Canalejas. La nueva sede del Mupac se ubicará en la zona sur, la más próxima al mar, con acceso en cota cero y dos plantas subterráneas para archivo y aparcamiento. La planta baja se destinará a servicios y sobre ella se elevan tres plantas para las exposiciones permanentes y temporales con salida a una terraza con vistas a la bahía de Santander. La elección de Puertochico, sin embargo, fue la última de entre las muchas posibles que se barajaron antes de que se lograra encauzar el proyecto.
El exterior representará estratos geológicos, haciendo alusión a su contenido. Se propondrá un recorrido vertical por las distintas colecciones que acogerá la instalación, en el que el visitante partirá de un luminoso atrio central con una escalinata-grada y continuará mediante una serie de escaleras escultóricas que hilvanarán las áreas de exposiciones permanentes distribuidas en dos plantas consecutivas.
La visita culminará con la zona de exposiciones temporales, que se ubicará en la planta más alta del edificio, que se abrirá a lo que será, según el Gobierno, una de las terrazas mirador más visitadas de todo Santander.
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