«Esta escalera supone un alivio, antes me ahogaba y tenía que parar en cada tramo»

Con este nuevo itinerario mecánico, Santander ya dispone de 16 en distintos puntos de la ciudad, en los que se han invertido, en total, 28 millones de euros. En este último caso, la obra para instalar tres rampas y dos escaleras, que ha ejecutado la empresa Ferrovial, ha contado con un presupuesto de 1,7 millones de euros y un plazo de ejecución de once meses. Comenzó en octubre de 2022 y se ha realizado en dos tramos; el primero, entre la calle Rubio y Cisneros, y el segundo, entre Cisneros y Juan XXIII.

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La alcaldesa, Gema Igual, ha destacado que estos itinerarios mecánicos son «una clara apuesta» del Consistorio, ya que permiten mejorar la movilidad de los vecinos. «Les facilitamos a muchos venir al centro y que sea más accesible la ciudad para realizar gestiones, hacer la compra, consumir cultura y ocio, restauración... Además, fomentan desplazamientos más sanos y sostenibles». Al alivio de los usuarios con más dificultades de movilidad, se suma el de los comercios de la zona, que han sufrido las incomodidades que acarrean las obras: «La máquina perforadora, el ruido y el polvo impedía que los clientes quisieran sentarse en el establecimiento. Nos ha afectado, pero esperamos que ahora venga más gente», explicaba Andrés Verdeja, uno de los trabajadores del restaurante Puente.

El proyecto de mejora del entorno de Jesús de Monasterio y, por extensión, de la zona centro de la ciudad, no termina aquí, según ha recordado la alcaldesa, sino que continuará hasta General Dávila. «Ya está encargado el estudio de las alternativas existentes para continuar el itinerario de rampas y escaleras mecánicas que unan la calle Juan XXIII con General Dávila», ha apuntado Igual. Además, antes de final de año se inaugurará el itinerario mecánico de la calle Canalejas; y avanza el itinerario mecánico que conectará el Palacio de Festivales con el Gurugú.

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El Ayuntamiento ha informado de que los 16 itinerarios disponibles registran un volumen de «ocho millones de usos cada año». «Santander es una ciudad más transitable. Estamos convencidos de que es un avance para los vecinos», ha asegurado la alcaldesa. «Los pisos se revalorizan y los negocios tienen un mayor potencial de público». Los criterios que se miden para su instalación en los barrios son la edad media de la población residente, la pendiente y el flujo de gente que transita.