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El pasado miércoles se cumplió un año desde que los vándalos destrozaron la escultura 'Paloma de la Paz', en homenaje a Vital Alsar, ubicada en la Duna de Zaera. Y por el momento «no hay un calendario previsto» para que regrese a su ... sitio. Así lo explican desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, que achaca este retraso a los trabajos de refuerzo de la estructura interna del monumento en homenaje al navegante, fallecido en septiembre de 2020.
«Es necesario reforzar la estructura interna de la escultura, de hierro, que está deteriorada, con otra de acero bastante compleja de diseñar y que tampoco asegura que, si vuelve a ser vandalizada, acabe de nuevo por los suelos», añaden. Por lo que, un año después del ataque al monumento, se desconoce su fecha de retorno. Lo que sí confirman es que la ubicación será la misma. «La escultura debe estar ubicada en la duna. Tendrá que ser devuelta a ese lugar cuando se haya terminado de reforzar su estructura interna». Aunque matizan que la concejalía de Cultura «desaconsejó desde el primer momento» esa ubicación. Precisamente para evitar lo que ocurrió, ya que «se trata de una zona de botellones», según explicó en su día Javier Ceruti, concejal de Cultura del Ayuntamiento.
Su idea inicial era situar el monumento en una ubicación en la que fuese visible, pero «no tan accesible» y así evitar que fuese vandalizada. Por ejemplo, «en medio de una rotonda». La obra del artista mexicano Carlos Aguilar se instaló en septiembre en el extremo de la duna y solo cuatro meses después, la paloma apareció destrozada.
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