Espectacular persecución policial desde el Paseo de Pereda hasta Marina de Cudeyo

Eran poco más de las seis de la mañana cuando la Policía Local circulaba por el centro de la ciudad y observó cómo un vehículo salía de un aparcamiento y, al incorporarse a la circulación, se metía directamente al carril central y aceleraba bruscamente, pasando de carril en carril y adelantando a gran velocidad. Al percibir una conducción tan temeraria, los agentes comenzaron a perseguirlo sin saber que la carrera les obligaría a atravesar varios municipios. Aunque accionaron las señales luminosas para darle el alto, el infractor hizo caso omiso y continuó la marcha.

De hecho, cada vez iba más rápido, atravesando las calles de Santander en dirección a la autovía e ignorando los semáforos en rojo. En su camino, estuvo a punto de colisionar con varios vehículos y llegó a chocar lateralmente con un coche de la Policía que consiguió ponerse a su altura. También estuvo a punto de atropellar a un agente que le daba el alto en la calle Castilla. Aún así fue imposible pararle antes de que saliera de Santander. La persecución continuó por la avenida de Parayas y por las autovías S-10 y A-8 para trasladarse después a la carretera CA-141 hasta Orejo.

Allí, por fin, lograron detenerlo tras estar a punto de salirse de la calzada en varias ocasiones, colisionar por segunda vez con un vehículo policial y estando a punto de atropellar también por segunda vez a uno de los agentes. Una vez identificado el hombre, con las iniciales D. G. J. y de 19 años de edad, se procedió a su detención, instruyéndose las preceptivas diligencias judiciales por un supuesto delito contra la Seguridad Vial, por conducir de forma temeraria, otro supuesto delito por tentativa de atentado a agente de la autoridad y finalmente otro supuesto delito de desobediencia grave a las órdenes de los agentes de la autoridad. También se le realizaron las pruebas de sustancias psicotrópicas y estupefacientes y de alcohol, ambas positivas. Por ambos se instruyeron expedientes administrativos. El vehículo fue retirado al depósito de Ojaiz.

También Torrelavega fue testigo de una persecución. Mientras los agentes del turno de tarde realizaban un control rutinario en el Barrio Covadonga, un vehículo derrapó de forma violenta e hizo un cambio de sentido para emprender la huida. Un acto que obligó a un agente a apartarse para evitar ser atropellado cuando intentaba detenerle. En ese momento dos vehículos policiales emprendieron una persecución de dos kilómetros y medio hasta Campuzano, donde el fugitivo entró a un garaje. Entonces fue interceptado por los agentes, detenido y trasladado a la Jefatura de Policía mientras el hermano del detenido lanzaba desde un primer piso botellas de cristal, un cuchillo, grifería, un casco y demás enseres a los efectivos para tratar de obstaculizar el arresto. Como resultado un agente se encuentra herido leve y dos vehículos policiales fueron dañados.

El detenido, de 30 años, español y de etnia gitana, tenía múltiples antecedentes penales y se encontraba con tres órdenes de búsqueda y captura con ingreso en prisión. Además, durante su estancia en calabozos rompió parte de la cerradura de la puerta a patadas. También se abrieron diligencias a su hermano, de 27 años, que se encuentra como investigado.