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Proteger el edificio de la calle Isabel número 5 -colindante con la obra que está ejecutando la empresa municipal Sociedad de Vivienda y Suelo de Santander (SVS) en el solar de la calle La Paz- ha obligado a echarle imaginativos cálculos a la primera ... fase del nuevo edificio municipal que se está levantando desde octubre pasado en este lugar. O mejor dicho, excavando. Porque estos primeros meses están siendo de construcción hacia abajo y cimentación. Abrir y asegurar el espacio en el que irán los dos futuros sótanos está siendo una operación «lenta y compleja» que conlleva la permanente monitorización del bloque anexo, que data de finales del siglo XIX, para evitar riesgos.
Así lo explica el arquitecto autor del proyecto y director de la obra José Ignacio Villamor, que pone de relieve la importancia de haber dado con una fórmula «muy poco habitual» para hacer la excavación en un punto de la ciudad a escasos metros de la Casa Consistorial y del Mercado de la Esperanza (además de rodeado de pisos) por lo que se ha priorizado «hacer los mínimos movimientos» en el perímetro del solar y «dar la máxima estabilidad».
Por eso, en la pared del inmueble contiguo se pueden ver unas dianas sobre las que se hace un control semanal. También se han instalado inclinómetros (tubos con péndulos) que permiten anotar con enorme precisión (miden en milímetros) si el bloque sufre algún desvío. Las precauciones están justificadas porque edificio de Isabel II tiene estructura de madera.
La primera intervención de la constructora Ferrovial, que ejecuta la obra, ha sido la construcción de pilotes en todo el contorno, a la altura del suelo que existía. Sobre este se echó una losa de hormigón en la que se dejaron unas grandes aberturas a través de las que se está trabajando hacia abajo. A medida que se va excavando, se va hormigonando. Ya se ha despejado por completo de materiales el primer sótano y se está avanzando en el segundo. En total, se perfora una profundidad de 7,5 metros.
Favorece la operación el hecho de que la tierra que se están encontrando los técnicos es arcilla y con pocas irregularidades, sin mezcla con otro materiales como bolsas de fangos. Esto estaba previsto, ya que el inicio del proyecto se retrasó varios meses para adaptar la cimentación a los resultados de los sondeos geotécnicos.
En total, se interviene sobre 240 metros de parcela y se sacarán 1.500 metros cúbicos de materiales. Una excavadora pequeña remueve las tierras bajo la placa de hormigón que está al nivel de la calle y otra de grandes dimensiones se utiliza para sacarlos del lugar. La intervención va tan despacio que hasta el mes que viene no se espera tener terminados los dos sótanos: para entonces, habrán pasado nueve meses desde que en octubre empezó a materializarse el proyecto, lo que hará imposible terminar el edificio en el plazo estimado al principio. En julio se quiere empezar la construcción de la estructura en altura.
El nuevo edificio de oficinas del Ayuntamiento está presupuestado en unos 2,6 millones. Cuando esté terminado, acogerá los servicios económicos y de gestión tributaria municipales. El inmueble contará con una superficie de casi 1.700 metros cuadrados distribuidos en sótano, semisótano, planta baja y seis plantas de pisos y tendrá varios elementos diferenciadores, como el hecho de que será eficiente energéticamente. El equipo que lo ha diseñado está compuesto por Mercedes Cobo, Marta Solarana, Jorge Villamor y José Ignacio Villamor.
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