Secciones
Servicios
Destacamos
En los próximos días, el local de la desaparecida Joyería Presmanes, el negocio más elegante y el más antiguo de Santander, volverá a la vida de la mano de la compañía de telefonía Vodafone, que ha alquilado el local a sus propietarios, la misma ... familia de joyeros que desde 1948 estuvo instalada en la esquina de la avenida de Calvo Sotelo con la calle Lealtad.
La joyería cerró el pasado mes de septiembre y, de inmediato, comenzó el desmontaje del local. Primero se retiraron las joyas, después los muebles y, más tarde, la compañía Vodafone inició una obra de reforma que consistió en la eliminación de toda la carpintería y los elementos de madera de castaño de la tienda, única por su estilo en Cantabria y en otras ciudades españolas, de inequívoco estilo inglés. La reforma ha destruido también las vidrieras emplomadas de colores de los siete escaparates.
Pero se ha conseguido salvar, por iniciativa de Vodafone, la elegante fachada de mármol negro en dos variedades, que ha sido restaurada y luce como nueva. Se entrevé sobre el dintel de entrada la palabra Presmanes, que ha quedado grabada en el mármol por el paso del tiempo (setenta años), como sucede en otros locales de Santander en los que en días de más humedad aparece como por arte magia el nombre del primitivo local (Almacenes Santander, Muebles Viuda de Torre...) en la piedra natural de las fachadas.
La conservación de la fachada de estilo clásico de Presmanes es una buena noticia para el centro de Santander, que ha visto desaparecer en el último año tres importantes fachadas comerciales: la de la joyería Galán, en el Paseo de Pereda, de estilo neoclásico; la de la zapatería Ayllón, en la esquina de Lealtad y Calvo Sotelo, que ha sido destruida en las obras de transformación para ser instalada una joyería, y la de Calzados Diamantina, realizada en mármol rosa y que ha desaparecido en la reforma en marcha para instalar una tienda de la compañía de telefonía Orange. Otras fachadas han caído con el paso de los años: Zapatería Pakar, las citadas Viuda de Torre y Almacenes Santander y Mafor, una tienda del más puro estilo inglés, entre otras muchas.
Está satisfecho de que se mantenga esta fachada clásica el arquitecto Domingo de la Lastra pues la desaparición de las fachadas tradicionales de los edificios «es un atentado flagrante, porque se pierde patrimonio, se pierde historia de los lugares y de la ciudad y patrimonio histórico y artístico». Cree De la Lastra que para un nuevo comercio, «mantener la fachada antigua le prestigia como establecimiento».
También se alegra de que no se haya destruido esta elegante fachada el arquitecto Clemente Lomba, quien cree que «las fachadas son de todos. Son públicas, es la historia de la ciudad y hay que cuidarlas. Conservar las piezas que han contribuido a dar vida a la ciudad es esencial» y añade que «la fantasía de los detalles da mucha riqueza a la ciudad».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.