Fallece José Manuel Riancho

Cantabria despide hoy a un maestro, hombre del deporte y, sobre todo, a un buen amigo: José Manuel Riancho (La Cueva, 4 de mayo de 1946-Santander, 29 de septiembre de 2019). Un infarto mientras dormía ha terminado con la vida del veterano gestor y profesor, que se mantuvo activo hasta el último momento. Ahora como presidente de la Apebol (Asociación de Peñas de Bolos), a la que llegó por su perfil de hombre de bolos y, sobre todo, de consenso.

Porque si algo caracterizaba la figura de José Manuel Riancho, de Riancho de forma coloquial, era precisamente eso: su buen manejo de la distancia corta y la capacidad para el entendimiento más allá de su afiliación política. Algo que también practicó durante las décadas que ejerció como maestro de varias generaciones de cántabros en Alfoz de Lloredo, Cacicedo y Santander hasta que a los sesenta años, en 2006, se jubiló de la docencia, lo que en absoluto se tradujo en menos actividad.

Al margen de su familia y el cuidado de sus nietos, lo que le llevaba a numerosos viajes a Madrid, el deporte era otra de sus grandes pasiones, en especial el fútbol y los bolos. En su juventud jugó en el Cayón, Toranzo y Barreda, con el que se proclamó campeón de la Copa de Cantabria en 1973, y fue siempre un gran seguidor del Racing, como accionista y abonado, que unido a su labor política le llevó a entablar una buena relación con, de nuevo, varias generaciones de futbolistas verdiblancos, desde los de las décadas de los setenta y ochenta a la generación de Pedro Munitis y Gonzalo Colsa.

De hecho, en 2012 fue uno de los tres elegidos para, en plena descomposición económica e institucional de la sociedad, y con el Racing intervenido judicialmente, ejercer como representante verdiblanco (el cargo de presidente había quedado vacante) junto a Chani Galán y Laureano Ruiz. Su trayectoria y representatividad así lo aconsejaban.

Más intensa aún fue su vinculación con los bolos. Prácticamente hasta el último momento siguió jugando en la liga de veteranos, como antes lo hizo en numerosas categorías. Fue vicepresidente de la Federacion Española de Bolos, ocupó varios cargos directivos y estuvo vinculado a diversas peñas. Durante la escisión de las federaciones cántabra y española apostó por un entendimiento que evitara el cisma, pero una vez las posiciones se enconaron optó por dar un paso a un lado, aunque nunca apartarse del todo de los bolos.

La política local fue otra de las patas sobre las que se sostenía la trayectoria vital y laboral de una persona polifacética. Afiliado al Partido Popular, fue durante dos legislaturas concejal del Ayuntamiento de Santander, y también ocupó concejalía con cartera en Castañeda. Volcado en la política local como servicio, nunca tuvo cargos orgánicos en el partido ni se le asignó a ninguna corriente o debate ideológico interno. Una vez abandonó la Casona siguió colaborando en aquellos actos a los que le convocaba o invitaba su partido (como lo hacía también con otras instituciones y fuerzas), pero siempre desde un discreto segundo plano.

«Ya dejé la política en su momento por cuestiones personales y ahora creo que debo hacer lo mismo con este cargo», decía en 2013, cuando abandonó la representación institucional de un Racing que inauguró poco después la 'Era Okupa'.

El racinguismo le recuerda ahora, como los bolos, Santander, el valle de Cayón y miles de antiguos alumnos. Como su partido y la Casona, que amanecían esta mañana con una noticia tan triste como inesperada.

La presidenta de los populares cántabros le define como «un hombre muy querido, gran persona y todo un caballero dentro y fuera de la política».

La presidenta del Partido Popular de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha expresado en nombre propio y en el de todo el PP cántabro, su profundo pesar por el fallecimiento de quien fuera concejal de su partido en el Ayuntamiento de Santander durante tres legislaturas, dos de ellas como responsable del área de Deportes, y también miembro de la dirección regional del PP.

Buruaga ha trasladado sus condolencias, en nombre del PP, a su viuda Angelita García, a sus hijas, así como a sus nietos y demás familiares, por la triste pérdida de quien, ha dicho, era un hombre muy querido, una gran persona y todo un caballero dentro y fuera de la política.

La presidenta del PP ha destacado también su compromiso y vinculación con el deporte de los bolos y ha dicho que «el repentino fallecimiento de Riancho, nos ha conmocionado profundamente a su otra familia, porque ha sido una persona muy íntegra y generosa, un caballero de los pies a la cabeza, un hombre de valores y principios, de gran talla humana y política, que cuando abandonó la vida pública siguió siendo un hombre comprometido con su partido«.