«La feria ha sacado de casa a la gente mayor»

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Luis Palomeque

En la joyería en liquidación se ha comprado una figura de un segador Paco Cossío, de Polaciones, por 25 euros. Paco quería el Don Quijote «porque forma parte del logo de la Asociación de Mayores Eulalio Ferrer de Santander», de la que es presidente, pero el precio del personaje cervantino se le iba de las manos. Y eso que estaba rebajado, como todos y cada uno de los productos a la venta. Bueno menos el pan. El pan gallego de Yanina de Armas, venida de Lugo, tenía su precio original. Decía la repostera que está «muy bien la iniciativa de la feria, para animar a la gente mayor a salir de casa y socializar». ¿Se tiene poco en cuenta a los mayores? «Desgraciadamente, hay familias en las que sí». Al fondo de la sala, un agente de la Policía Nacional incidía en la importancia de «cerrar la casa con llave siempre, aunque uno baje a comprar el pan». Que la cerradura tiene tres vueltas, pues hay que darle tres vueltas a la llave. Las sillas frente al escenario donde se ofrecían las conferencias se han quedado cortas. Mari Cruz Izquierdo y Carmen González, de Valderredible, daban una vuelta y aseguraban que «la gente mayor está bastante olvidada, sobre todo en los pueblos». Iban a comer y a bailar, «pero no mucho porque tengo los huesos...». En el stand de peluquería se acababa de peinar María del Carmen Marcos, de Torrelavega. Antes había ido a ver las residencias de mayores. En la cafetería, había quien ya tomaba el blanco a las doce. Una feria a la carta la de este fin de semana.