Leonardo Hernández (Badajoz, 11 de septiembre de 1987) lleva toda una vida dedicada al caballo y al toro y hoy regresa a una plaza como ... la de Cuatro Caminos donde siempre ha tenido cartel.
-Llega el compromiso de Santander, una feria donde ya es veterano y donde repite con respecto a 2021. ¿Cómo afronta el festejo?
-Siempre es un orgullo poder torear en una plaza tan maravillosa, tan bonita y con una afición tan increíble. Estoy muy contento de poder volver, para mí es una de las plazas más emblemáticas de España y donde más se siente el toreo.
-El festejo de rejones tradicionalmente se ubicaba el domingo de feria y este año, aunque es día festivo, se celebra un jueves. ¿Tiene miedo de que acuda menos público a la plaza?
-No lo sé, no estoy muy informado en ese sentido. Al final los toreros tenemos que pensar en el toro y en los tenemos que hacer, en emocionar a la gente. Yo tengo esperanza de que sí vaya gente, de que todo funcione bien.
Futuro
«Mi meta es torear lo mejor posible y sueño mucho con faenas y triunfos rotundos»
-¿Es diferente el público del toreo a pie del público del toreo a caballo?
-No, hay aficionados a pie y a caballo, cada público tiene su sensibilidad y sus diferencias. Cada espectáculo tiene su público y todos son extremadamente respetables. Yo pienso que el toro y el público son la base de la fiesta, los mayores protagonistas, por eso a la afición hay que cuidarla.
-¿En qué momento se encuentra su carrera, cómo ha evolucionado en los últimos años?
-Considero que he madurado, que conozco la profesión mejor ahora que antes. No obstante, cada vez vas aprendiendo cosas, siempre hay cosas que mejorar, pero ahora me encuentro en un estado de madurez importante y con la misma afición y con las mismas ganas que cuando empezaba.
-¿A qué caballos suyos tiene que prestar especial atención el público durante el festejo de hoy?
-Han viajado mis mejores caballos y ahora hay cuatro o cinco nombres muy importantes como Elmo o Sol, muy sólidos en mi cuadra, y luego dos muy importantes como Enamorado y Calimocho, que están a un nivel muy importante.
-Algo que gusta mucho en un festejo de rejones es el contacto entre rejoneador, caballo y público antes de entrar a la plaza. Eso ayuda a caldear el ambiente.
-Para nosotros esa hora antes de entrar a torear es fundamental, porque tú tienes que tener contacto con tus caballos antes del paseíllo. Eso sirve para todo, para entrar en faena tú, el caballo y el público, que puede verte y hacerse fotos contigo y los caballos.
-Viene de estirpe de rejoneadores, ¿alguna vez pensó en dedicarse a otra profesión?
-La verdad es que no, mi vida siempre ha estado pegada al mundo del rejoneo y desde pequeño he vivido la profesión, solo me he dedicado a ella y ha sido una vida muy bonita, muy fructífera.
-El sector del rejoneo es uno de los más estables. ¿Cuál es el secreto?
-Yo creo que es gracias, en parte, a que hay una cantidad importante de aficionados al rejoneo que es lo que mantiene viva la llama y en las plazas se demuestra. Cuando una plaza lo cuidad de verdad, el rejoneo tiene mucha categoría, cuando hay nivel fuerte de toros y toreros es un espectáculo importantísimo.
-¿Alguna vez veremos rejoneo con toros en puntas?
-Mi padre lo hizo y en su carrera le sirvió muchísimo, fue un antes y un después. Nunca se sabe, de momento no está en mi cabeza, pero todo se irá viendo.
-¿Le queda alguna meta por conquistar en su carrera?
-Siempre hay muchas, aunque yo más que metas tengo sueños, sueño con faenas importantes, con triunfos. Mi meta es torear lo mejor posible, pero sí sueño mucho con faenas rotundas y triunfos muy gordos.
-¿El día que consiga ejecutar esa faena soñada será el último de su carrera?
-Yo creo que cuando logras una faena que está cerca de la de tus sueños, te enganchas y quieres más. Piensas que si has conseguido eso, quieres conseguir más. De todos modos, esa faena soñada nunca llega, por eso siempre estamos en continua búsqueda de poder conseguirla.
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